Ampliación

Congreso del PP

Feijóo exige “unidad” al PP como “condición innegociable” a cambio de “trabajo en equipo”

- Admite estar “más seguro gobernando que en la oposición” y sólo puede “empatar con las expectativas”

- Promete “servir” solo al PP y a España consciente de que está “en el último cuarto” de su vida política

Sevilla
SERVIMEDIA Pablo A. Iglesias, enviado especial

El futuro presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, exigió este viernes “unidad” como “condición innegociable” para tomar las riendas de esta formación y, a cambio, prometió liderar la oposición con “trabajo en equipo” porque no cree “en adanes ni en caudillos ni en salvadores”.

Así lo afirmó durante el discurso con el que presentó formalmente su candidatura ante el 20º Congreso Nacional del PP para presidir el partido a partir de este sábado, cuando los más de 3.000 compromisarios que asisten al cónclave en Sevilla votarán en urna la única candidatura que se ha presentado para sustituir a Pablo Casado.

Tras más de siete horas de discursos de los principales dirigentes populares, Feijóo subió al atril para explicar las líneas básicas de su candidatura y lo primero que hizo fue dar las “gracias a mucha gente” que durante décadas de trabajo en la política ha confiado en él, con recuerdos especiales para José Manuel Romay, Manuel Fraga y Mariano Rajoy.

“Estoy aquí gracias a mucha gente, Romay el primero que entregó su confianza a mi persona”, dijo. “Pienso en todos aquellos que me han impulsado en mis etapas en la Administración General del Estado”. “Nadie en esta vida es capaz de avanzar solo y yo tampoco, no sería nada sin mi equipo y por eso voy a seguir formando equipos”.

“No creo en adanes ni en caudillos ni en salvadores. Creo en el trabajo común, en la fuerza colectiva y en la unidad de nuestro partido. Divididos y endiosados ya están otros partidos y divididos y endiosados no se consigue nada, pero sé por experiencia que sumando juntos podemos conseguir lo que nos propongamos”, adujo ante los compromisarios para tratar de olvidar la crisis interna que en los últimos meses enfrentó a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso y acabó propiciando el relevo del presidente nacional.

Feijóo asumió que ha llegado hasta aquí y sus propios compañeros le han pedido que tome las riendas “fruto del trabajo en equipo” y propuso “contar con mucha gente” en esta nueva etapa para el PP. “Estoy convencido de que tenemos la posibilidad de remontar, ofrecer a los españoles la garantía de la gestión y responsabilidad”, sentenció.

DISTANCIAS CON VOX

En gallego, dijo que se debe a sus compañeros de esta comunidad que ha gobernado con mayorías absolutas durante 16 años y reivindicó el uso de las lenguas cooficiales de España para empezar a marcar distancias con Vox “porque las lenguas no se combaten, se respetan” y “los idiomas no están para enfrentar, sino para unir”.

“Es lo que nos diferencia de otros partidos y por eso somos el partido del bilingüismo cordial, somos el partido de la lengua común que es el español y el partido de las lenguas de España, que las usamos para unir y no para dividir”, añadió respecto a extremistas políticos de uno y otro signo.

Feijóo presentó al PP como un “partido autonomista” frente a un Vox que ataca el actual modelo territorial y reafirmó la vigencia de la Constitución de 1978 frente a quienes no la reconocen desde el independentismo o quieren cambiarla sustancialmente, como Unidas Podemos.

Recordó que su partido “sacó de las grandes crisis” a España cada vez que llegó a La Moncloa porque los ciudadanos le otorgan su confianza en las urnas cuando llegan “los momentos más difíciles”. En este punto alabó a Rajoy, sentado en primera fila junto a Pablo Casado, porque en 2012 “evitó que se empobreciera nuestro país evitando la intervención de España” por las autoridades comunitarias.

TRAS CASADO “NO EMPIEZA NADA”

Al hablar de los expresidentes del PP, manifestó su “respeto” por Casado porque en los últimos años ha tenido que “sujetar la bandera del partido” durante un periodo “de enorme dificultad y de enorme incertidumbre” que comparó con las etapas más duras del Camino de Santiago.

Adujo que hoy le cede el testigo “con un enorme esfuerzo de generosidad” porque hace poco más de un mes, en la noche del 24 de febrero, decidió apartarse a un lado ante los barones del PP para convocar este congreso extraordinario y que otra persona liderase la labor de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.

Con humildad, Feijóo dijo tener claro que algún día a él también le tocará “subir la escalera” de otro Congreso del PP “para presentar mi renuncia”, aunque no sabe “el día” ni el momento, pero sí que en algún momento tendrá que atravesar ese trance. “Espero hacerlo con la gallardía que lo han hecho Aznar, Rajoy y Casado”, remachó.

Feijóo intentó frenar las enormes expectativas internas y externas por su elección, consciente de que “este nivel de adhesión me compromete mucho más porque cuando uno no tiene grandes expectativas los resultados pueden superar esas expectativas, pero cuando uno ha levantado muchas expectativas lo único que puede hacer es empatar” con ellas.

En este sentido, aseveró que “hoy no empieza nada, continua la gran historia del PP de España” porque “el pasado no puede anquilosarnos”. “Debemos aceptar las críticas, corregir los errores que como partido o en nombre de nuestro partido se hayan cometido”.

Expuso que quiere dirigir el PP para que sea “un partido vivo, que debate y se corrige con lealtad”, “un partido abierto”, porque “no sirve de nada encerrarnos en las paredes orgánicas” de la sede nacional de Génova 13 y especialmente “un partido unido: solo esa condición pido que sea innegociable”.

Feijóo también intentó contener las esperanzas de los compromisarios al afirmar que no es “infalible” y que no se cree “en posesión de la verdad”. Destacó que tomar esta decisión “no ha sido sencilla” ni es “la mejor para la familia” ni resulta “lo más cómodo”. Pero se mostró dispuesto a afrontar el reto consciente de que se encuentra “en el último cuarto del tiempo de mi vida política” y no tiene “más ambición personal que servir a mi país y mi partido”.

Por último, se puso “a disposición” del partido con sus “aciertos y errores” para ser “el primer afiliado” pero también “el más entregado” a la hora de liderar el PP. Advirtió de que no puede “acertar siempre”, aunque sí tratará de “fallar lo menos posible” y trabajar “todo lo que pueda” porque “después de 30 años con responsabilidades” se siente “más seguro gobernando que siendo oposición”.

(SERVIMEDIA)
01 Abr 2022
PAI/PTR/MFN/clc