Así se expresó en un acto organizado por el periódico ‘La Razón’, donde volvió a elevar la presión sobre los socios del PSOE, a los que retrató como los “cómplices necesarios” que “ya forman parte de la historia de la corrupción española” por no dar al PP los cuatro votos que necesita para presentar una moción de censura.

El jefe de la oposición contrapuso sus 14 años al frente de la Xunta de Galicia sin casos judiciales con todos los frentes abiertos en los tribunales para Sánchez, al que ve “cercado”.

Y prometió que creará una Oficina de Conflicto de Intereses (OCI) independiente porque “es una broma” que sea una subdirección general del Gobierno, quejándose así de los dos archivos de su denuncia contra Sánchez por no inhibirse en el rescate de Air Europea cuando la empresa para la que trabajaba su esposa, Begoña Gómez, era socia de otra empresa de Globalia, la matriz de la aerolínea.

“El problema de Pedro Sánchez no solo es que esté rodeado de corrupción, el problema es que no es posible ir en un coche con tres personas, una en la cárcel y las otra dos en el Tribunal Supremo, y que tú no te enteres de nada”, empezó relatando sobre el ‘caso Koldo’.

“No es posible que convivas con una persona que esté metiendo carta de recomendación en favor de contratistas. No es posible obviar un informe de la Intervención General del Estado del Ministerio de Hacienda que dice que hay una serie de adjudicaciones en las que no se siguió los criterios técnicos y que se adjudicaron a unas ofertas más caras con unas características técnicas inferiores a ofertas más baratas que quedaron fuera del concurso”, añadió sobre el caso de Begoña Gómez.

“Y no es posible que tu hermano esté en una residencia oficial como el Palacio de la Moncloa residiendo durante, dicen, cuatros meses y que a la vez sea un contribuyente que dice que vive en Portugal y que cambia el móvil no vaya a ser que le rastreé la inspección de Hacienda. ¿Pero de verdad que nos vamos a acostumbrar a esto?”, culminó.

En este contexto, Feijóo aseveró que “la indignación, para que no sea estéril, no puede acabar en protesta, sino en propuesta”, y defendió su apuesta por lanzar un plan migratorio por mucho que el Gobierno quiera convertir “el segundo problema” de los españoles en un “tabú”.

El gallego insistió en que “la inmigración bien gestionada es una oportunidad, pero gestionada como hasta ahora genera desigualdades y problemas” y, frente a las “etiquetas” de PSOE y Vox, replicó que en el PP no son “ni duros ni blandos, sino firmes y sólidos”. En este sentido, confirmó su negativa a la regularización masiva de inmigrantes porque, en su opinión, hacerlo así “sin más” produce un “efecto llamada” que fomenta las entradas irregulares.

Por último, censuró que los ministros de Sumar se posicionen contra el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para lograr la paz en Gaza cuando el ala socialista del Gobierno ya lo había avalado, y dijo que si un ministro le hiciera eso publicaría un Boletín Oficial del Estado (BOE) extraordinario ese mismo día para cesarlo.