En el transcurso del juicio el fiscal afirm que se podrán desvirtuar los hechos, pero no pedir más pruebas y que no le queda más remedio que reafirmarse en la petición de esta condena.

El ministerio fiscal afirmó que los hechos son claros y que queda probado que a cambio de determinadas cantidades económicas el interno David Miguel de Félix gozaba del privilegio de no pernoctar en la sección abierta y que no le justifica la circustancia de estar trabajando fuera de la ciudad, ya que ni tan siquiera permanecía en la sección abierta los fines desemana.

El fiscal mantiene que era tal la ausencia que prácticamente era como estar evadido y que la condena no se ha cumplido más que en los papeles.

.Por su parte, la defensa sostiene la inocencia de su cliente y se reitera en que se está ante una operación de acoso y derribo por parte de la dirección general de instituciones penitenciarias.

Luis Aragón rompió por primera vez el silencio mantenido desde hace más de un año y reafirmó la tesis de su abogado defensor: "he sido objeto de una capaña difamatoria por parte de lo más sagrado que es la Dirección General de Prisiones".