Los casos de corrupción fueron descubiertos en los primeros meses de 1994, en el colegio de los Royos de Caravaca de la Cruz (Murcia), cuando uno de los niños contó a sus padres que el profesor había enseñado su órgano sexual en clase.

En un principio los padres no creyeron la versión del niño, pero una vez comentado el cso entre varios de ellos, denunciaron al maestro, que durante el juicio trató de demostrar su inocencia, y dijo que era víctima de una campaña emprendida por los niños como represalia por haber intentado poner fin a la promiscuidad que, según afirmó, reinaba en el centro.

Los niños de los padres no quieren hacer comentarios sobre los hechos y esperan que "se haga justicia porque los niños son pequeños y todos no pueden inventar esas cosas y coincidir".