En el juicio, que se ha celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma y que hoy quedó visto para sentencia, los acusados, Mohamed Nedja, Merzak Benachour y Madjib Arab, insistieron en que su acción estaba motivada en las amenazas de muerte de que habían sido objeto en su país por parte de grupos integristas islámicos y que, por tanto, su única intención era la de huir a algún país uropeo donde pedir asilo político.

No obstante, en sus conclusiones definitivas, el fiscal explicó que las razones de los tres jóvenes argelinos entraban en claras contradicciones, ya que en su carta de reivindicaciones durante el secuestro exigían la liberación de todos los presos políticos integristas, mientras que, por otra parte, han asegurado que estaban amenazados de muerte por los mismos integristas.

El fiscal agregó que "el que el secuestro acabara de la forma menos mal posible -sin herids o muertos- no resta la gravedad propia de los hechos", dijo. A su juicio, el caso creó alarma social en todo el mundo "y debe ser considerado como un delito contra la humanidad".

Por su parte, la defensa reiteró la petición de absolución para los tres acusados, alegando "miedo insuperable y estado de necesidad".

La abogada defensora, María Sansó, recalcó las declaraciones del comandante de la nave y de las azafatas, expuestas hoy en la sala, en las que reconocían que los tres secuestradores se omportaron perfectamente con ellos y con los pasajeros.

Los hechos se remontan al mes de noviembre de 1994. Los tres jóvenes obligaron al comandante del avión a cambiar de ruta y dirigirse hacia España; le amenazaron diciéndole que harían explotar una bomba que en realidad era una caja de cartón conteniendo un molinillo de café. En el avión de Air Algerie viajaban en el momento del secuestro 28 pasajeros y cuatro tripulantes.

El aparato aterrizó en el aeropuerto de Palma, Son San Joan, donde permneció casi ocho horas secuestrado. Los acusados exigieron entonces la liberación de los presos políticos de Argelia y la reanudación del proceso democrático. Los secuestradores depusieron su actitud tras llegar a un acuerdo con las autoridades.