Según la patronal catalana, una de las prioridades en la nueva legislatura tiene que ser “tejer amplios acuerdos que busquen la mejora del empleo, apaciguar la caída de las rentas de las familias y garantizar un crecimiento sostenido en el futuro inmediato y basado en la mejora de la productividad”.

La patronal presidida por Josep Sánchez Llibre pidió a los poderes públicos que “favorezcan la creación de un clima de estabilidad institucional y un marco de seguridad jurídica” y apuntó que lograr esta estabilidad es “deseable para la cohesión social y también para conseguir el retorno de empresas catalanas que cambiaron su sede en el 2017”.

Foment reclamó al nuevo Ejecutivo que active las políticas económicas “necesarias” para “incentivar el crecimiento económico, fortalecer la economía productiva y crear puestos de trabajo de calidad”. Subrayó que, teniendo en cuenta el contexto de ralentización económica, tanto en España como en la Unión Europea, se debe pensar que la legislatura se moverá en una coyuntura “no favorable”.

De nuevo, Foment reclamó una fiscalidad “competitiva” al servicio de la inversión productiva, los procesos de fusión de empresas (la medida mediana de la empresa española está por debajo de la media europea) y la creación de ocupación. La patronal señaló que impuestos como el del Patrimonio o el de Grandes Fortunas “no ayudan a hacernos competitivos, y hay que homogeneizarse con la UE donde no existen estos tributos”.

A la vez, apuntó que hace falta un gran acuerdo en las Cortes Generales que defina “un plan de inversiones en infraestructuras que genere certezas y fije prioridades”. También entiende la educación y la Formación Profesional como “inversiones en el futuro de nuestra sociedad y siguen siendo una asignatura pendiente”.

Asimismo, cree que una cuestión capital para la cohesión social y la dinamización económica es afrontar el acceso a la vivienda, sea de compra o de alquiler, como una prioridad de las administraciones. Por lo tanto, pidió “propuestas viables y realistas, y no leyes excesivamente ideológicas que no solucionan, más bien al contrario, la situación”.

También reclamó que un buen elemento que ayudaría en la eficiencia sería la modernización del sector público, que considera “un aspecto inaplazable”. “Hay que mejorar la eficiencia, evitar duplicidades y trámites absurdos”, apuntó.

Asimismo, se tiene que “incidir en profundizar más en la colaboración público-privada” y, en concreto, es especialmente “relevante” el tratamiento de los fondos europeos, pues “se tiene que mejorar su gestión para que lleguen a tiempo a las empresas, y gestionarlos con total transparencia”.

Otro elemento para tener en cuenta es el incremento del gasto en pensiones, ya que el Gobierno ha “incrementando constantemente las cotizaciones sociales de las empresas, de las más altas de Europa”. Foment subrayó que “son un verdadero impuesto a la creación y mantenimiento del empleo” y “se pone en riesgo la viabilidad del sistema”.

Por último, subrayó que es “momento de hacer una política industrial con mayúsculas, facilitando la instalación, creación y desarrollo de la actividad industrial”. En este apartado, cree que el diálogo y la interlocución entre el sectores afectados es “relevante y urgente”.