Así sintetizó su intervención en el debate de totalidad del proyecto de Presupuestos, que comenzó recriminando al Gobierno que, pese a la situación de España, “el timonel se relame con la propaganda”, y pidiéndole “más mesura y menos autobombo”.

Enumeró que España está “a la cabeza en riesgo de pobreza”, el precio de la cesta de la compra y las hipotecas, y la “desesperación” de las pymes y autónomos, y reprochó al Gobierno que “continúa enturbiando el devenir de la nación que algunos de sus compinches quieren romper”.

Para el diputado de Foro Asturias, el Gobierno está “ahondando la brecha entre españoles” y las diferencias entre territorios y desdeñando el Estado de derecho, y los Presupuestos adolecen de errores “patológicos” en los cálculos de ingresos y “desviaciones funestas en sus gastos”. En particular, citó como “otra promesa incumplida” el no haber aprobado en toda la legislatura un nuevo sistema de financiación autonómica que salve las supuestas desigualdades territoriales.

Después se ciñó a la situación en Asturias, donde enumeró el éxodo de jóvenes y la consiguiente despoblación, un “abismo demográfico sin parangón en Europa”; y una pérdida de competitividad industrial y puestos de trabajo por “las aberraciones del fundamentalismo climático” y “el ecologismo impostor” que protege según él más al lobo que a los ganaderos y ha cerrado la minería del carbón, las centrales térmicas y las regasificadoras para terminar comprando a Rusia energía “salpicada de sangre ucraniana”.

Por último, Martínez Oblanca recriminó el estado de las grandes obras públicas que inició el Gobierno de José María Aznar, paralizó el de José Luis Rodríguez Zapatero, reactivó el de Mariano Rajoy y ahora ha vuelto a ralentizar el Ejecutivo actual. Denunció también un “desmantelamiento” de la red de cercanías y la exclusión del noroeste peninsular del Corredor Atlántico.