“No tengo ni idea de porqué fue”, admitió Araluce en una rueda de prensa de balance del sector nuclear en 2024, donde defendió que “la potencia nuclear da mucha firmeza al sistema”. El 28 de abril, cuatro reactores nucleares (Almaraz II, Ascó I y II y Vandellós II) se encontraban en funcionamiento antes de producirse el apagón y tres unidades estaban paradas: Trillo por recarga de combustible y Almaraz I y Cofrentes por razones de mercado, sin haber sido requerido su funcionamiento por parte de Red Eléctrica de España.

Preguntado por los motivos de mercado, defendió que el sector soporta “una tributación gigantesca” que influye en su entrada en el mercado cuando el precio tiende a cero. En concretó, el lobby nuclear asegura que dicha carga fiscal, junto a la tasa de Enresa, alcanza los 28 euros por megavatio hora (MWh). “Los precios del mercado no permiten pagar los impuestos”, denunció Araluce, quien pidió que “no se hagan las centrales no competitivas de manera artificial”.

Actualmente, una semana después del apagón, las centrales van retomando la producción tras realizar todas las comprobaciones de seguridad pertinentes sincronizándose a la red a medida que el Operador del Sistema lo va requiriendo o son casadas en el mercado eléctrico. De hecho, solo funcionan al 70% un reactor de Ascó y Vandellós. “Es por razones técnicas y de mercado”, explicó Araluce.

En todo caso, reiteró que “las grandes turbinas y generadores de las centrales nucleares aportan potencia rodante e inercia al sistema, al ser máquinas síncronas de gran peso, ayudando a estabilizar las tensiones y frecuencias de la red”.

Además, aseguró que “desde el punto de vista técnico, están preparadas para operar a largo plazo”. No obstante, reclamó de nuevo “una reducción de la excesiva carga impositiva que soportan las centrales nucleares y cuya asfixia creció ante el incremento de la Tasa Enresa en un 30% aplicada en 2024”.

“Debemos reflexionar si debemos mantener sí o sí el acuerdo de cierre”, demandó el presidente del Foro Nuclear, antes de aclarar que “estamos encantados de que haya renovables”.

Además, defendió que “estamos en el Renacimiento de la energía nuclear en el mundo en el que todos los países europeos abogan por incrementar la potencia o alargar la vida de las centrales que tienen”. “España va en sentido contrario en Europa”, lamentó.

Las centrales nucleares españolas generaron durante el pasado año 52.390,75 gigavatios hora (GWh) netos, una cifra que representa el 19,98% del total de la producción eléctrica neta. Con una potencia instalada neta de 7.117 megavatios (MW), la energía nuclear fue la segunda fuente de producción en España.

A esto se suma que la producción eléctrica nuclear supuso en 2024 el 26% de la electricidad sin emisiones de CO2 generada en España, por lo que, según el lobby nuclear, resulta estratégica en el proceso de descarbonización y se reafirma como una fuente fundamental ante los desafíos ambientales y energéticos.