Fraga, que criticó la política económica del Gobierno, afirmó que que espera que las movilizaciones "sirvan para clarificar ideas y estimular la imaginación de lo que empieza a ser ua notable lentitud y falta de decisiones que no admiten espera".

Sim embargo, el presidente gallegó respaldó las declaraciones de José María Aznar al pronunciarse en contra de una nueva huelga general, ya que, según Fraga, no se conseguirían los objetivos pretendidos.

Por su parte, el presidente de la Confederación Galega de Empresarios, Antonio Ramilo, rechazó de manera tajante las movilizaciones. "No a las huelgas, no a las manifestaciones, si al trabajo", explicó.

Ramilo, que calificó de irresponsables e incapaces" a las centrales sindicales, señaló que una de las medidas necesarias para resolver la actual crisis económica es ampliar la jornada laboral hasta las 2.080 horas anuales, frete a las 1.770 actuales.