Para el Gobierno gallego, los compradores no garantizan adecuadamente en su oferta que se mantenga el interés público en la operación.

La negativa de la Xunta se produce la víspera de la fecha fijada para la firma de la venta de Carburos Metálicos, que iba a ser segregada en dos secciones, la de ferroaleaciones (Ferroatlántica) y la de Saltos del Jallas, una sociedad hidroeléctrica.

Los trabajadores entienden que las factorías de ferroaleaciones no será viables si Saltos del Jallas no sigue facilitando energía a bajo precio. Además, los sindicatos aseguran que los vecinos de los municipios de Cee y Dumbría, en la Costa de la Muerte coruñesa, no permitirán la explotación comercial de los saltos hidroeléctricos, que fueron construídos después de expropiaciones testimoniales y bajo promesa de que Carburos generaría así riqueza y empleos para toda la comarca.

La decisión de Fraga desautoriza la propuesta de su consejero de Industria, Juan Fernández, queera favorable a la venta y al que los comités de empresa han criticado con dureza por entender que sólo se ha preocupado de buscar salidas legales para que el grupo Villar Mir pudiera comprar de forma separada las dos sociedades de Carburos Metálicos.

Fuentes sindicales habían mostrado su temor de que la antigua amistad de Fraga y Villar Mir, que fueron compañeros de Gabinete en el primer Gobierno de la Monarquía, acelerara la operación sin exigir garantías suficientes.