La Ley para la Igualdad de Derechos y Oportunidades de los Discapacitados, aprobada en febrero de 2005 en el país vecino, establece que los alumnos con discapacidad podrán matricularse en el centro ordinario más cercano a su lugar de residencia,y que estos centros deberán adoptar las medidas necesarias para acoger a dichos estudiantes.

Según el Ministerio de Educación, la baja aceptación de esta disposición puede deberse a la escasa antelación con la que se comunicó su entrada vigor, por lo que las familias francesas que podían beneficiarse han considerado precipitado acogerse a ella.

El ministerio espera que estas cifras aumenten durante el próximo curso escolar, ya que según sus datosunos 100.000 alumnos con alguna minusvalía cursan estudios de primaria y unos 37.000 de secundaria, tanto en centros privados como públicos de Francia, mientras que la población infantil con discapacidad se sitúa en 240.000 niños.

En lo que se refiere a la acogida de los niños que se han beneficiado de la escolarización en el centro ordinario más próximo a su domicilio, la principal queja de los padres es la falta de formación de los auxiliares escolares que prestan su ayuda a los alumnos con discapacidad.

Aunque la ley de 2005 prevé formación especializada obligatoria para estos profesionales, la aplicación de esta medida no resultará fácil porque la ley establece que se impartirá durante la jornada de estos trabajadores.