El IPC bajó en septiembre un 0,3%, descenso inferior al registrado el mismo mes del año pasado, lo que ha elevado la tasa interanual de inflación tres décimas, hasta el 3% -según lo previsto por Funcas-, el nivel más alto desde febrero.

La tasa subyacente, por su parte, se mantuvo en el 2,4%. La inflación general aumentó, sobre todo, por los productos energéticos -cuya tasa ascendió desde el 3,4% hasta el 6,4% debido a un efecto escalón, ya que los precios bajaron en septiembre, pero menos que en el mismo mes del año pasado- y, en menor medida, por los alimentos.

Según Funcas, en gran parte de estos persisten tensiones inflacionistas importantes -los alimentos no elaborados elevaron una décima su tasa hasta el 5,9%, debido, sobre todo, al pescado y a la carne de vacuno- pero también en los servicios. Estos repiten una tasa del 3,5%, con más de la mitad de las subclases que integran el índice por encima del 3%. Cabe mencionar que ha tenido una gran influencia la tasa de recogida de basuras, que ha añadido una décima a la tasa interanual del grupo.

En el escenario central de previsiones, con un precio del petróleo en torno a 70 dólares, Funcas espera para octubre un resultado muy semejante al de septiembre, y una bajada en noviembre y diciembre hasta el 2,6% –con una media anual del 2,6%–. En cuanto a la tasa subyacente, seguirá en torno al 2,3% y 2,4%. Para 2026, las tasas medias anuales previstas suben una décima hasta el 2% y 2,1% para la general y subyacente, respectivamente.