Infancia

La Fundación ANAR atendió 1.275 casos de intentos de suicidio de menores en 2022, un 3.543% más que en 2012

Madrid
SERVIMEDIA

La Fundación ANAR atendió un total de 1.275 casos de intentos de suicidios de menores de edad en 2022, una cifra que representó un 3.543% más que en 2012. Del mismo modo, ayudó a 3.279 chavales que tenían ideas suicidas, un 3.316% más que diez años antes.

Estas son algunas de las conclusiones del Informe Anual de la Fundación ANAR, que esta organización presentó este miércoles en una rueda de prensa en su sede de Madrid en la que estuvieron presentes su director técnico y portavoz, Benjamín Ballesteros; la directora de sus líneas de ayuda, Diana Díaz; y la directora de su Departamento Jurídico, Sonsoles Bartolomé.

En 2022, la Fundación ayudó a 17.896 casos graves de menores de edad en España, un 8,8% más que en 2021, una cifra ante la que Benjamín Ballesteros mostró su preocupación, ya que “no dejan de crecer”, y atendió 217.693 peticiones de ayuda a través de todas sus líneas.

La Fundación ANAR recibió peticiones de ayuda procedentes de todas las comunidades autónomas a través de los siguientes canales: 181.543 en la línea telefónica de ayuda a niños y adolescentes (900202010/116111), 10.492 en el teléfono consagrado a la familia y centros escolares (917260101/600505152), 2.832 en la línea para casos de niños desaparecidos (016), 7.878 en su chat (chat.anar.org), 862 en su correo electrónico (‘www.anar.org/email-anar), 9.579 en el teléfono contra la violencia de género en niños y adolescentes (900202010) y 30.737 en el teléfono contra el acoso escolar y los malos tratos del Ministerio de Educación (900018018).

Diana Díaz expuso que el 94,7% de las peticiones de ayuda las efectúan los propios menores de edad, habiéndose duplicado la atención en los últimos seis años, pasando de 9.192 en 2017 a 17.896 en 2022.

Los principales motivos de las consultas están relacionados con la violencia que sufren los menores, las cuales las efectúan en un 34,7% los propios chavales y en un 58,2% los adultos de su entorno.

Estas consultas se subdividen en las siguientes causas: maltrato físico (9,3% comunicadas por menores frente al 12,6% de adultos), maltrato psicológico (6,2% frente al 11,6%), acoso escolar ciberbullying (7,4% frente al 6,4%), agresión sexual (4,6% frente al 9,4%), violencia de género (3% frente al 7,1%), agresiones de familiares (1,7% frente al 2,1%), ciberacoso (1% frente al 0,7%), expulsión del hogar (0,7% frente al 0,4%), abandono (0,6% frente al 7,3%) y otros tipos de violencia (0,2% frente al 0,6%).

Diana Díaz concretó que la Fundación ANAR detectó el año pasado más de 3.000 casos de maltrato físico y psicológico, 1.088 agresiones sexuales y 3.471 situaciones de violencia de género, una cifra que se ha multiplicado por 16,5 desde 2009, y sobre la cual alertó de que el 47% de las adolescentes que son víctimas de esta lacra no son conscientes de que lo son. También advirtió de que las atenciones relacionadas con el ciberbullying han crecido un 19,1%.

SALUD MENTAL

A su vez, puso de manifiesto que la por primera vez la salud mental constituye el primer bloque de peticiones de ayuda entre los menores de edad, como lo acredita que el 45,1% de las llamadas sobre esta cuestión las haya efectuado este segmento de la población frente al 20% de las realizadas por los adultos de su entorno.

Estas consultas se subdividen en las siguientes causas: ideación o intento de suicidio (17,5% comunicadas por menores frente al 5,9% de adultos), otros problemas psicológicos (16,6% frente al 5,3%), autolesiones (9,8% frente al 1,9%), adicciones (0,9% frente al 1% y problemas de conducta (0,3% frente al 5,9%).

Diana Díaz hizo énfasis en los 4.544 casos de conductas suicidas (personas que tienen un plan estructurado y un método y la actitud para llevarlo a cabo) que la Fundación ANAR atendió en 2022, un 34,8% más que en 2021, a las que sus especialistas prestaron una media de 50 minutos.

Esto le sirvió para llamar la atención sobre en incremento exponencial en la atención de estos casos en los últimos diez años, tal y como lo ilustra el hecho de que la Fundación ANAR ayudó a 3.279 menores con ideas suicidas, un 3.316% más que en 2012; a 1.275 casos de intentos de suicidio, un 3.543% más; y a 3.243 chavales que se habían autolesionado, un 4.468 más.

En ese sentido, manifestó su preocupación por el papel que desempeña la tecnología en esta cuestión, ya que son el principal canal en el que los menores encuentran “información peligrosa” sobre “procedimientos y métodos” para quitarse la vida. En este punto, comentó que las redes sociales -especialmente, WhatsApp, Instagram, TikTok y los videojuegos- son el rudimento que emplean para despedirse.

En la misma línea, Benjamín Ballesteros adujo que únicamente el 44% de los menores atendidos con conductas suicidas estaban recibiendo un tratamiento psicológico y compartió su inquietud por el uso que éstos hacen de las nuevas tecnologías, máxime cuando tienen acceso a su primer ‘smartphone’ entre los 8 y los 9 años.

Expuso que los chavales usan de media estos dispositivos entre tres y cuatro horas diarias e interfieren en sus horas de sueño, lo que le permitió elevar el tono para afirmar que se han convertido en “adictos” a “esta nueva sustancia tecnológica”, como lo evidencia su comportamiento agresivo cuando sus padres les restringen su uso.

Del mismo modo, llamó a prestar atención a los contenidos de las series y las letras de las canciones que escuchan, instando a los padres a ser rigurosos en la aplicación del control parental y conminando a las autoridades para que aprueben una normativa eficiente que restrinja el acceso a materiales nocivos para su desarrollo.

Por su parte, Diana Díaz reseñó que otros problemas de salud mental que han aumentado respecto a 2021 son los relacionados con la baja autoestima (+484%), las obsesiones (+440%), los complejos (+350%), los trastornos alimenticios (+291%), las habilidades sociales (+243%), el aislamiento (+100%), la ansiedad (+96%), la soledad (+82%), la tristeza y la depresión (+55%) y el miedo (+32%).

En cuanto a la salud mental en el entorno del menor, el 9,6% de las llamadas de los menores estuvieron vinculadas a conductas agresivas o de ira frente al 2,9% de las de los adultos, seguidas de las relacionadas con adicciones (8% frente al 5,4%), tristeza o depresión (4% frente al 5%) y ansiedad (2,7% frente al 9,1%).

FRECUENCIA Y URGENCIA

El problema detectado en las consultas se produce desde hace más de un año en el 56,6% de los casos, un incremento del 2,8% respecto a 2021; desde hace menos de un año (23,8%), mensualmente (3,1%), semanalmente (1,3%) y puntalmente (1,3%).

En cuanto a la frecuencia, es diaria en el 55,5% de las ocasiones, un 3,7% más que en 2021; semanal (8,9%), ocasional (12,6%) y puntual (11,1%), mientras que la urgencia es alta en el 52,7% de los casos, un 6,8% más que hace un año; media (38%) y baja (9,2%).

A su vez, la gravedad es alta en el 65,8% de los caos, un 3,8% más que en 2021; media (27,9%) y baja (6,2%).

La Fundación ANAR atendió casos en todas las franjas de edad, siendo la mayoritaria la que oscila entre los 13 y los 17 años. En cuanto al género, el 71,9% las protagonizan mujeres y el 26,1% hombres, si la consulta la realizan los propios menores; mientras que si las efectúan los adultos, el 54,8% se refieren a chicas y el 42,9% a chicos.

El 67,8% de los chavales atendidos viven con algún familiar, destacando quienes viven con ambos progenitores (41,5%), en el caso de las consultas efectuadas por menores; si las llamadas las hacen adultos, este porcentaje crece hasta el 79,2%.

Las llamadas se producen en todas las franjas horarias, destacando el incremento del 9,7% habido en las realizadas por la noche.

Los menores han tenido conocimiento de la Fundación ANAR a través de las siguientes vías: Internet y redes sociales (24,8%), amigos (24,2%) y familiares (19,7%). En el caso de los adultos, aquél se ha producido gracias a Internet y las redes sociales (29,7%) y el servicio 016 (21,7%).

La vía de conocimiento principal son las redes sociales e Internet (24,8%), amigos (24,2%) y familiares (19,7%). En el caso de los adultos, Internet y redes sociales (29,7%) y el servicio 016 (21,7%).

Por último, Sonsoles Bartolomé indicó que en 2022 la Fundación ANAR realizó 74.428 derivaciones a organismos jurídicos y sociales, un 24,4% más que en 2021, 26.570 de las cuales fueron a los primeros y 47.858 a los segundos.

También señaló que llevó a cabo 4.923 intervenciones muy graves, un 14,9% más que un año antes, de las cuales derivó 2.509 a organismos jurídicos y 2.414 a organismos sociales.

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2023
MST/gja