Bienestar
La Fundación Cruz Roja Española reivindica el bienestar emocional como reto estructural y motor de cohesión social
- En el marco de su acto ‘Summit25 #ComunicacionesHumanitarias’
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Fundación Cruz Roja Española, en el marco de su encuentro ‘Summit25 #ConversacionesHumanitarias para conectar y transformar: Bienestar Emocional y Vulnerabilidad’, reivindicó el bienestar emocional como reto estructural y motor de cohesión social.
Según explicó la fundación, este encuentro reunió a perfiles científicos, tecnológicos y sociales para analizar los grandes vectores que influyen en el bienestar emocional de la ciudadanía.
La jornada fue inaugurada institucionalmente por el presidente del Grupo Social ONCE y patrono de la Fundación Cruz Roja Española, Miguel Carballeda, quien subrayó la importancia de abordar la salud emocional desde una perspectiva colectiva: “Es tiempo de mirar por quienes más lo necesitan, de construir entornos donde nadie se sienta solo”, destacó.
La comunicadora Tania Llasera, encargada de moderar las mesas de diálogo, abrió el evento y recordó el propósito compartido para el evento: “hablar de cómo cuidarnos, de cómo cuidar de los demás y de cómo construir comunidades más humanas”.
El Summit25 tomó como punto de partida los hallazgos del informe ‘Bienestar Emocional y Vulnerabilidad’, presentado por la Fundación Cruz Roja Española.
Entre sus principales conclusiones se encuentran que tres de cada 10 personas en España presentan bienestar emocional negativo; la soledad no deseada afecta ya al 20% de la población, llegando al 34,6% entre jóvenes; y la brecha digital y desigualdades socioeconómicas emergen como factores crecientes de vulnerabilidad emocional.
Durante el acto se celebraron diversos espacios de debate. En la primera mesa redonda se situó el foco en el papel que desempeñan los vínculos, la pertenencia y la comunidad en la salud emocional.
El coordinador de Psiquiatría Transcultural del Hospital Vall d’Hebron, Francisco Collazos, advirtió sobre el impacto emocional de vivir en sociedades aceleradas y fragmentadas. La investigadora del Instituto de Investigación de Políticas de Bienestar Social de la Universidad de Valencia, Silvia Prieto, profundizó en la diferencia entre aislamiento social y soledad no deseada: “No es lo mismo estar solo que sentirse solo”. Ambos coincidieron en que los vínculos son un amortiguador emocional esencial y fortalecerlos debe ser prioridad para las instituciones.
La segunda mesa abordó el impacto de la transformación digital en la vida emocional, la cohesión social y la percepción de aislamiento, especialmente entre jóvenes y personas mayores.
Entre los participantes estuvo el jefe de Indicadores del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi) de Red.ES, Luis Muñoz, quien llamó a una mayor responsabilidad ética en el desarrollo tecnológico porque se ha de “aspirar a que las empresas tecnológicas piensen en las repercusiones desde que se diseñan las aplicaciones”.
También, la investigadora y referente en ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Eulalia Pérez, alertó sobre la paradoja de la hiperconexión actual: “Muchas personas no son conscientes de lo aisladas que están a pesar de estar hiperconectadas”. Todos los ponentes coincidieron en que la alfabetización digital, la moderación responsable y la transparencia algorítmica son fundamentales para evitar que lo digital amplifique desigualdades ya existentes.
La última mesa abordó los determinantes estructurales del bienestar: condiciones socioeconómicas, acceso a cuidados, desigualdad, vivienda, empleo y salud mental. La gerente de Fundación Cruz Roja Española, Mari Satur Torre, defendió una mirada humanista e integral: “Cuidar el bienestar emocional es proteger la convivencia y el futuro de las comunidades”.
El catedrático de Antropología Física de la Universidad de Alcalá Ignacio Martínez recordó que la cooperación es un rasgo evolutivo esencial de nuestra especie. Ambos coincidieron en la urgencia de abordar el bienestar emocional como un bien público y no como un asunto individual o privado.
El Summit25 culminó con la intervención de la vicepresidenta de Cruz Roja Española y presidenta de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, Pilar Roy, quien puso en valor las contribuciones de los ponentes y la responsabilidad compartida de seguir impulsando cambios reales.
El encuentro subrayó la necesidad de políticas que garanticen un acceso real y ágil a los cuidados, especialmente para quienes viven situaciones de vulnerabilidad; de comunidades capaces de tejer vínculos sólidos, que funcionen como red de apoyo y sostén emocional; y de entornos digitales creados desde la ética y la responsabilidad, que protejan a las personas y reduzcan las brechas sociales.
Asimismo, los participantes coincidieron en que solo mediante un diálogo constante entre la ciencia, las instituciones y la ciudadanía será posible construir sociedades más humanas, cohesionadas y preparadas para los desafíos actuales.
(SERVIMEDIA)
04 Dic 2025
AGG/gja


