Asimismo, en esta edición también se concedió el Premio Gran Empresa al Grupo Hefame, por la Escuela Logística (ELO); el Premio Pyme a EGA Master, por su compromiso con los jóvenes; el Premio Tercer Sector Pequeña Entidad Social (que, como novedad este año, cuenta con una dotación especial de 10.000 euros a La Rueca Asociación por la Escuela de Cocina Tierra; y la Mención especial Tercer Sector Gran Entidad a Soltra por su iniciativa Potenciando Capacidades.

Estos galardones reconocen la labor que empresas y entidades sociales realizan en favor del empleo juvenil a través de iniciativas capaces de ofrecer oportunidades laborales, destacando especialmente aquellas orientadas a colectivos con más dificultades. Estos premios pretenden, además, sensibilizar tanto al tejido empresarial como a la sociedad en general sobre la necesidad de impulsar este tipo de prácticas para mejorar la empleabilidad y la competitividad, promoviendo el acercamiento entre el mundo empresarial y la educación.

En esta edición, el jurado estuvo compuesto por Carmen Menéndez, subdirectora general de Políticas Activas del SEPE; José María Rodríguez, director general de Educación secundaria, Formación Profesional y Régimen Especial de la Comunidad de Madrid; Ana Millán, directora de Fundación Accenture (ganadores del premio en la última edición); Clara Bassols, directora de Fundación Bertelsmann; Carmen Martínez, lead de Felicidad y directora de Personas de la Unidad de Negocio de Aguas de Mahou San Miguel; Virginia Luca de Tena, directora de Fundación Mahou San Miguel; y Juan Alfaro, secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad.

En las cuatro ediciones celebradas desde su inicio, el Premio al Impulso del Empleo Juvenil recibió más de 230 iniciativas de toda España para la creación de empleo. Para conceder los premios, el jurado ha tenido en cuenta tanto el impacto de los proyectos como el valor que aportan en la creación de empleo estable y de calidad, especialmente cuando van dirigidos a colectivos de jóvenes con dificultades; su consistencia y permanencia en el tiempo; la replicabilidad del modelo en otros ámbitos o regiones; su carácter innovador y su alcance. Se valoró, asimismo, que las iniciativas tuvieran en cuenta el concepto de sostenibilidad en su triple vertiente: económica, ambiental y social.