En un comunicado, la confederación afirma sentirse perpleja ante la "incapacidad para aceptar las discrepancias" que esán manifestando los actuales dirigentes del Insalud, circunstancia que achacan más a una falta de madurez negociadora que a "intereses personales inconfesables".

La CESM afirma que en las ocasiones que han asistido a la mesa sectorial han tenido la impresión de que tanto el Insalud como las cnetrales firmantes negociaban más el reparto de poder que las condiciones laborales de los trabajadores.

También advierten al Insalud que si pretende sacar el reglamento sin la participación de los médicos admás de ser una provocación puede tener consecuencias imprevisibles.