Según informaron hoy fuentes jurídicas, Brescia, además de negar ser miembro de los GAL, también rechazó ser el autor de dichos asesinatos, perpetrados al parecer por error por mercenarios de los GAL, organización que tres días después emitió n comunicado reconociendo que se habían equivocado de objetivo.

Esta es la segunda vez que el supuesto miembro de los GAL comparece ante el juez Moreno, que hoy decidió mantener la situación de prisión incondicional que el pasado día 18 acordó tras negarse Brescia a prestar declaración por estos hechos alegando que no se encontraba en buenas condiciones físicas para ello.

Al igual que en su anterior comparecencia, también hoy Brescia fue sometido a un reconocimiento médico por un forense de la Auiencia Nacional, quien dictaminó que el supuesto miembro de los GAL podía prestar declaración.

Tras su declaración, que se prolongó por espacio de unas tres horas, Brescia fue conducido de nuevo a la cárcel de Carabanchel, en cuya enfermería permanece desde el pasado día 18, dado que padece diabetes.

La citación de Brescia se produjo como consecuencia de una comisión rogatoria cursada por la justicia francesa, que acusa al presunto GAL, de profesión camionero, de los asesinatos de los ciudadanos ranceses Christophe Machicotte y Catherine Brion ocurridos en la localidad francesa de Bidarray el 17 de febrero de 1986.

Brescia había sido identificado como una de las personas que dispararon sobre las dos víctimas por dos testigos, uno de los cuales aseguró a las autoridades francesas que el camionero le confesó cómo había cometido los dos asesinatos. Estas declaraciones provocaron que la justicia francesa le procesara por asesinato y tenencia ilícita de armas y cursase una orden internacional de bsca y captura.

El pasado mes de febrero, tras conocer que estaba reclamado por la justicia francesa, Brescia se presentó voluntariamente ante la Guardia Civil de Logroño, ante la que se autoinculpó de sacar miles de millones de pesetas de España procedentes, supuestamente, de los fondos reservados y cuyo destino era, al parecer, el pago a los miembros de los GAL en Francia.