González llegó al domicilio de José Barrionuevo, situado en la alle Fernández de los Ríos de Madrid, hacia la una de la tarde y permaneció en él alrededor de una hora. Además del ex ministro, en el domicilio estaba también Rafael Vera.

Tanto a su llegada como a su salida, el ex presidente se mostró sonriente y relajado y no quiso hacer declaraciones a los numerosos periodistas que esperaban en la calle. Lo único que se limitó a decir fue: "Pido a todo el mundo mucha calma".