Para ello, el juez Bueren dispone ahora de un plazo de tres días, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poer Judicial, y en su informe debe explicar si, tal como alegó el ex secretario de Estado, tiene "amistad manifiesta" hacia Garzón y hacia el propio Vera que le impida ser imparcial para resolver la otra recusación, cuya instrucción inicialmente le correspondía por ser el sustituto legal de Garzón.

Según el artículo 225 de dicha ley, si Bueren acepta "como cierta" la causa de recusación esgrimida por Vera, el juez García-Castellón deberá resolver el incidente sin más trámites y, previsiblemente en estesupuesto, apartando a dicho juez de la instrucción del otro incidente contra Garzón, que correspondería resolver también al juez del "caso Banesto".

En este caso, si García-Castellón estima que Garzón debe ser apartado, la instrucción del 'caso Marey', que provisionalmente ha recaído en él mientras se resuelven las dos recusaciones, pasaría a ser defitivamente competencia suya.

Por el contrario, si Bueren no la acepta, García-Castellón ordenará en el plazo de 10 días la práctica de las pruebas qu se hubieran propuesto, tras lo cual solicitará un informe al fiscal y resolverá la recusación.

Por otra parte, García-Castellón todavía no ha resuelto el recurso de reforma interpuesto por la defensa del ex secretario personal de Vera, Juan de Justo, contra su ingreso en prisión el pasado 9 de enero, acusado de malversación de caudales públicos, delito contra la ley de control de cambios y como encubridor de tentativa de asesinato y secuestro de Segundo Marey por los GAL.

Según dijeron a esta agncia fuentes judiciales, el fiscal del caso ya ha informado oponiéndose a la libertad de De Justo, pero el juez está a la espera de que el juzgado de Garzón le remita toda la documentación necesaria para resolver el recurso, lo que tiene previsto hacer en los próximos días.