Las piezas reunidas, en su mayoría recientes, representan escenarios del bajo Guadalquivir -entre Huelva, Cádiz y Sevilla- donde océano, ríos, playas y marismas se convierten en metáforas del horizonte y de la memoria. “El paisaje nunca miente”, afirma el artista, para quien la figuración sigue siendo un lenguaje tan vigente como cualquier vanguardia.

Nacido en Sevilla en 1969 y formado en la Facultad de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, completó su aprendizaje con Antonio López en talleres de Albacete, Ávila y Almería. Su obra ha sido expuesta en numerosas salas y forma parte de colecciones públicas y privadas, tanto en España como en el extranjero. La muestra podrá visitarse hasta el 24 de octubre.