Durante una intervención en el Centro de Atención Integrada de Urgencias 112, acompañado por el consejero de Presidencia, Justicia y Deportes, Diego Calvo, el presidente informó de que a lo largo de esta mañana mantendrá una entrevista con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien solicitará bajar el nivel de emergencia -actualmente en el nivel 3- para que la gestión de la situación vuelva a estar en manos del Gobierno gallego.

Rueda destacó “la excelente coordinación” con el Ejecutivo central durante las primeras horas del apagón –“cuando era un incidente nacional”– y agradeció tanto la labor de todos los profesionales que trabajaron durante la noche para restablecer la “normalidad” en la comunidad como “al pueblo gallego por ser un ejemplo de civismo y mantener la calma” ante una “situación inédita y complicada”.

SITUACIÓN ACTUAL EN GALICIA

El presidente indicó que los últimos datos de Red Eléctrica indican que ya se ha recuperado "en torno" al 97% del suministro en Galicia, lo que equivale a 1.800.000 suministros y se trabaja para normalizar la situación en "otros 52.000".

Rueda también indicó que todos los hospitales gallegos cuentan actualmente con electricidad y que se les suministró combustible durante la noche para garantizar el funcionamiento de los generadores en caso de que el apagón se prolongara. La misma acción se tomó en las residencias de ancianos, "donde tres de ellos recibieron oxígeno" y tres pacientes "tuvieron que ser trasladados a hospitales" debido a su situación.

El jefe de la Xunta de Galicia destacó que los teléfonos de emergencias -112 y 061- funcionan con normalidad y que no han registrado "incidencias graves" durante todo el apagón.

Finalmente, Rueda explicó que la decisión de suspender las clases se tomó en un momento "en el que era necesario reducir el consumo de combustible" y teniendo en cuenta que "Galicia cuenta con una de las redes de transporte escolar más amplias" de España. En todo caso, los centros educativos y guarderías permanecen abiertos para facilitar la conciliación familiar, pero sin actividades lectivas.