Lo hizo en un acto en Gijón en el que se presentó a los candidatos del PP a las elecciones municipales en Asturias, en el que también intervino el aspirante ‘popular’ a la presidencia del Gobierno autonómico, Diego Canga.

Gamarra partió del lema de su formación de “derogar el sanchismo” y emplazó a las elecciones del próximo día 28 para comenzar a hacerlo, porque “el sanchismo no ofrece ningún futuro, ninguna solución”. Y, aprovechando el lugar donde estaba, arengó que “Asturias siempre ha marcado el rumbo de España” y “por eso, la remontada va a empezar nuevamente desde aquí”.

Según dijo, el Gobierno de Sánchez “ha decepcionado a todos”, derogó rápido el delito de sedición y rebajó el de malversación pero tardó siete meses en rectificar la ley del 'sólo sí es sí’ y ahora promete “viviendas públicas como si cayeran del cielo” después de no haber hecho nada en cinco años.

Tras comparar el Titanic con el Ejecutivo central, personificó el problema en Sánchez diciendo que “él mismo es un problema” porque “es capaz de crear problemas donde no los había”. Empezando por la economía, dijo que “la realidad desmonta su ficción”, porque “el paro ha subido” los últimos tres meses, y España es el país donde más han caído las rentas familiares en los últimos dos años, un 7,85%, y más ha subido la presión fiscal, con 32.000 millones recaudados adicionalmente por la inflación. Ella reiteró la promesa del PP de bajar impuestos y de fijar su prioridad en los parados.

VIVIENDA

Seguidamente, pasó a intentar desenmascarar la “mentira” de la política de vivienda de Sánchez, que “se ha convertido en una gran tómbola durante las últimas semanas”, después de cinco años de inacción. “Quien no ha hecho nada durante cinco años quiere en cinco semanas de campaña electoral hacer promesas a ver si engaña a alguien”, desdeñó.

En cualquier caso, advirtió de que la Ley de Vivienda hará disminuir la oferta y por tanto subir los precios, y además provoca inseguridad jurídica y “blinda al okupa”. Ella defendió que “a quien okupa se le desaloja y al propietario se le respeta” y prometió dar instrumentos a comunidades, ayuntamientos, jueces y policías para sacar en 24 horas a quien se haya metido en casa ajena.

Después, Gamarra arremetió contra el “paradigma de la chapuza legislativa”, la ley del 'sólo sí es sí’, y auguró que le va a “pasar factura” en las runas, porque, aun habiéndola modificado, “no se ha asumido ninguna responsabilidad política”, de modo que la determinarán los españoles en las urnas.

Retomando su planteamiento inicial, la ‘número 2’ del PP se conjuró para “derogar las políticas basadas en la mentira”, las “leyes chapuza” y los “pactos políticos negativos para la sociedad española” y para ofrecer a cambio “moderación”, “sentido común” y “buenos resultados”.