Así lo aseguró en el transcurso de su comparecencia en la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio de los Problemas de las Adicciones, en la que recordó que, según datos del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el tabaco es, tras el alcohol, la sustancia con mayor frecuencia de consumo en España, con un 39% en el último año en las personas de 15 a 64 años, siendo además, la que “más muertes causa”, dado que, según distintas fuentes, “más de 50.000 muertes al año son atribuibles al tabaco en España”.

Tras mostrarse “muy orgullosa de, en apenas cinco meses de legislatura, haber dado un paso de gigante en la lucha contra el tabaquismo, que llevaba sin darse desde hace 14 años”, García quiso “agradecer expresamente a todas las comunidades autónomas” por haber colaborado para alcanzar un “consenso tan importante” en torno a un plan cuyos objetivos son “evitar que la gente empiece a fumar, ayudar a que la gente que fuma pueda dejarlo y cuidar el aire que todos respiramos, para que sea limpio y sano”.

“Igual que no nos podríamos permitir un accidente de avión diario con 140 fallecidos, tampoco nos podemos permitir las enfermedades relacionadas con el tabaquismo que le quitan la vida a 50.000 personas al año”, sentenció, para aseverar que el documento “pone en el centro a las personas, especialmente a las más vulnerables”, como los niños que “en edades muy tempranas están comenzando a vapear”, las embarazadas y personas mayores o aquellas con determinadas patologías.

En este contexto, advirtió de que su gabinete aborda la “lucha” contra el tabaquismo “con ambición, sin miedo, con coherencia y con el orgullo de volver a poner a España como un país referencia en la defensa de la salud pública” y recordó que, entre otras medidas, el plan equipara la regulación de los productos relacionados del tabaco, como los cigarrillos electrónicos, a la del tabaco tradicional; modifica la fiscalidad del tabaco para “acercar” a España a países de su entorno y con el fin de “revertir” ese incremento fiscal en políticas de salud y aumenta los espacios libres de humo.

Además, pretende impulsar la investigación sobre el tabaquismo y su impacto sobre la salud, reforzando la evidencia sobre el efecto de los nuevos dispositivos de liberación de nicotina e introduce el empaquetado genérico o neutro, “siguiendo el ejemplo de más de 20 países”, para “eliminar cualquier atractivo o reclamo publicitario que pueda animar a la gente a fumar”.

“Todas estas medidas, junto a otras muchas, tendrán su desarrollo normativo en los próximos días y semanas. Algunas se desarrollarán incluso simultáneamente”, abundó, para señalar que la estimación del Gobierno es que, para finales de año, “buena parte de las modificaciones legislativas que marca el plan hayan llegado a buen puerto”.

En paralelo, dirigiéndose a los sectores que “todavía no comparten el espíritu del plan”, afirmó que su gabinete se va a “esforzar por escuchar, dialogar y llegar a acuerdos con todo el mundo”. “Estamos convencidos de que el Plan es bueno para la sociedad, la salud y la economía y no tenemos problema en defenderlo con quien haga falta”, apostilló, si bien advirtió de que el Ejecutivo no va a dar “ni un paso atrás”.

“Soy optimista y creo que el Plan Integral del Tabaquismo es el primero de muchos acuerdos que seguramente entre las diferentes fuerzas políticas podremos alumbrar”, resolvió.

CANNABIS MEDICINAL

En otro orden de cosas, con respecto al uso del cannabis medicinal, defendió que la “hoja de ruta” que el Gobierno está “llevando a cabo” para su regulación “es una hoja de ruta muy garantista, lo más garantista tanto para los pacientes como para los profesionales como para la sociedad en su conjunto”. “El abordaje que vamos a llevar a cabo es un abordaje basado en la mejor evidencia disponible, tremendamente riguroso y abordando el uso del cannabis terapéutico como un medicamento más”, abundó, para indicar que Sanidad “ha recabado todos los informes necesarios” para “hacer ver” que dicha regulación “viene a cubrir una necesidad de un grupo de población para abordar un problema de salud pública como es el del dolor”.

“Si nos referimos al consumo de cannabis recreativo, los incrementos del consumo de cannabis los estamos viendo desde dentro de un marco de prohibición y son varios los países que están abordando otro tipo de políticas, pero no son las que nos conciernen ahora mismo desde el ministerio, que se centra en el uso terapéutico”, sentenció.

A este respecto, subrayó que su intención es “proteger a la población más vulnerable”, por lo que avanzó que va a “seguir tomando medidas para intentar proteger dentro de lo posible a la población más vulnerable, especialmente la población joven”.