En una entrevista a Servimedia, García Montero explicó que si la amnistía viene a "solucionar un problema, bienvenida sea". A su juicio, de esta forma se puede "dar por cerrado" un proceso que hizo que la vida en Cataluña fuera "muy difícil": "Las familias y los amigos se peleaban, las empresas se estaban yendo a otro sitio y repercutía en la economía".

En la actualidad, sin embargo, ha cambiado la situación. "Yo ahora voy a Cataluña y creo que el 90% de los problemas se han solucionado y que la gente vuelve a convivir", destacó.

Desde su puesto en el Instituto Cervantes abogó por "una España diversa", ensalzando "el bien común" y rechazando "la fragmentación".

Así, pidió dejar de lado "las manipulaciones" que sólo sirven "para ocultar lo que verdaderamente nos jugamos". Lo que importa es "hablar del salario mínimo, de las pensiones, de una educación de calidad y de la sanidad pública". "¿De verdad, a un señor de San Fernando, en Cáceres, le importa la amnistía?", ironizó.

Además, lamentó que se hayan convocado elecciones en Cataluña porque eso significa que no hay presupuestos. "Me parece tristísimo un espacio donde no pueden llegar a acuerdos porque hay muchos planes y desarrollos que se quedan cortados", concluyó.