Así lo aseguró durante su intervención en el acto de entrega de los diplomas a las comunicaciones ganadoras de las XXVI Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica, organizadas por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca).

El titular de Consumo recordó que un hábito como comer “incide directamente" en aspectos como la salud, la seguridad alimentaria o la biodiversidad, y recalcó el “papel central” que ocupa la nutrición “saludable y sostenible” entre las medidas implantadas por el Gobierno.

En este punto, se mostró partidario de la colaboración entre administraciones públicas y sociedades científicas para encontrar soluciones conjuntas contra problemas “muy preocupantes” en este ámbito, entre los que citó la obesidad y el sobrepeso infantil.

Garzón subrayó que el último estudio Aladino, publicado en 2019, ya “alertaba” de una tasa del 23,3% de sobrepeso y del 17,3% de obesidad entre los escolares españoles de entre seis y nueve años. “Además, evidenciaba una brecha importante en la situación de la población infantil dependiendo del nivel de ingresos económicos de la familia y el nivel educativo de los progenitores”, abundó.

A este respecto, justificó la necesidad de avanzar, de la mano de la ciencia, en políticas que sitúen a la nutrición en el “primer escalón” de la prevención de enfermedades, si bien reconoció que no será una tarea fácil porque existen “grandes intereses económicos que afectan a las relaciones de poder”.

No obstante, se mostró convencido de que esta colaboración es el camino a seguir para “la efectiva transferencia de conocimientos a las políticas públicas”.