Así lo aseveró en una entrevista en el Canal 24 Horas de RTVE, recogida por Servimedia y en la que recordó que dicha ley “está para que haya un límite de tres minutos –en el tiempo de espera para ser atendido telefónicamente en servicios de información, reclamación y posventa- y para que, si tú lo requieres, te tenga que atender una persona y no sea un robot que, interminablemente, te llama”.

A este respecto, Garzón subrayó que, tras ser aprobado por el Gobierno, el texto está ya en el Parlamento, que debe darle el visto bueno, si bien la “oposición de derecha” lo está “bloqueando”.

“Nuestra intención es desbloquearla lo antes posible, porque es algo que va a beneficiar incluso a los votantes de derechas”, advirtió, para juzgar “evidente” que su aprobación “implica” que las “grandes” empresas tengan que realizar “inversión”. “Porque, en vez de tener cuatro máquinas, van a tener que tener una plantilla mejor”, abundó.

El responsable de Consumo admitió que “esto es política y hay conflicto”, para, a continuación, indicar que el Ejecutivo central “entiende” que urge “priorizar la satisfacción del derecho del consumidor”. “Y en este caso está muy claro, que es que no te mareen y que no te tengan harto, porque eso, al final, tiene un coste económico también”, resolvió.