La veterinaria de Clinicanimal, Eva Sánchez-Paniagua, explicó que “comprender el comportamiento y las señales de nuestros gatos es crucial, especialmente en verano”, al destacar que son animales que valoran la estabilidad y pueden sufrir estrés ante variaciones térmicas o ausencias prolongadas de sus cuidadores.

La primera clave consiste en interpretar su lenguaje corporal para detectar señales de malestar, al observar elementos como la posición de las orejas, la cola o el estado del pelaje. La segunda se centra en crear un espacio fresco y seguro en casa, que actúe como refugio frente al calor y los cambios de rutina, como argumentó la compañía.

La tercera pauta apunta al juego interactivo como herramienta para reducir el aburrimiento y la ansiedad, y se recomienda programar rutinas lúdicas con juguetes. La cuarta de las recomendaciones sugiere prestar atención a señales silenciosas de salud, como variaciones en el apetito o en el consumo de agua, que pueden alertar sobre golpes de calor.

La quinta y última clave propuesta por los expertos de Tiendanimal es promover una mejor comprensión de las demostraciones de afecto, como el ronroneo o el parpadeo lento, al recordar que estas expresiones fortalecen el vínculo con la familia y desmontan la idea de que los gatos son animales distantes.