En una entrevista que hoy publica el diario "El Mundo", Zabaleta explica que siempre ha defendido "gobiernos de izquierda", al tiempo que añade que "a pesar de todas las dificultades, el tripartito catalán ha tenido un significado político importante".

Por este motivo, destaca que celebraría "que se pudiera producir ese momento en el que fuera posible un Gobierno con la izquierda 'abertzale', porque significaría, entre otras cosas, que habríamos superado la etapa más terrible de nuestra historia".

En esta línea, la parlamentaria socialista defiende su participación en la iniciativa Ahotsak, un manifiesto sobre la pacificación firmado por mujeres vascas, entre ellas Jone Goiricelaia, perteneciente a Batasuna.

En este sentido, Zabaleta explica que este documento "significa el suelo común que podemos compartir unas y otras mujeres que representamos distintas sensibilidades, desde lo que nos une".

"RAÍCES DEL FANATISMO"

"Para unas es demasiado poco y para otras roza el límite de lo que podamos defender", explica. "Porque es evidente que yo soy socialista vasca, no soy independentista ni 'abertzale'. Es evidente que mi partido era conocedor de la iniciativa; yo llevo muchos años en él y no soy una 'outsider'".

A este respecto, la diputada se refiere a la foto en la que se la veía junto a Goiricelaia con motivo de la firma del manifiesto de la iniciativa Ahotsak, y afirma que "es una instantánea que representa horas y horas de conversaciones en momentos de mucho sufrimiento".

Asimismo, apunta que también supone "la constatación mutua de que ambas íbamos a trabajar por evitar que hubiera una víctima más y por superar un contexto que permitía una situación en la que se producía tanto sufrimiento".

En esta línea, añade que ella y Goiricelaia han hecho "pedagogía de nuestra comparecencia pública sabiendo que la izquierda abertzale y el PSE-EE eran, como en Irlanda del Norte lo fueron el SPD y el Sinn Fein, elementos claves de la superación definitiva del terrorismo y de, cuando proceda, los asuntos políticos pendientes".

A su juicio, "una cosa es perseguir terroristas y, otra, acabar con el terrorismo. Y para hacer esto habrá que terminar con las raíces del fanatismo y del odio que han alimentado el terrorismo durante 40 años".