Vives hizo estas manifestaciones a los periodistas en un recso de la declración que comenzó esta mañana en la Audiencia Nacional como testigo del "caso Gescartera", que está siendo investigado por la magistrada Teresa Palacios.

"No tengo vendetta contra nadie. No digo nada que no se pueda probar", dijo, pero "hasta los testigos más recalcitrantes", insistió, "han admitido que se habló de intervención".

Tras comentar que "no se convoca un Consejo Extraordinario (de la CNMV) a seis días de otro para hablar del tiempo", Vives aseguró que en la reunión que secelebró el 16 de abril de 1999, "se obtuvo un consenso de medidas que posponían en el tiempo la intervención".

Este ex director de supervisión de la CNMV añadió también que él se limitó a hacer su trabajo. "Era un técnico y si en el informe se decidió no intervenir, es cosa del Consejo, pero es una cosa técnica", dijo.

Vives, quien aseguró que no ha recibido presiones de nadie, afirmó que su testimonio se ciñe a aspectos "comprobables". Afirmó también que el ex presidente de la CNMV Juan Fernánde Armesto y el consejero José Manuel Barberán "no mienten" y que son personas "justas y honestas". "De los demás, no digo nada".

Vives continuará esta tarde la comparecencia como testigo que comenzó esta mañana a las diez y que se prolongó hasta cerca de las tres, momento en el que la magistrada decidió hacer un receso para tomar un refrigerio.

Este ex director de supervisión de la CNMV fue sustituido por Antonio Botella tras pedir la intervención de Gescartera por las irregularidades halladas en a mencionada agencia.

Concretamente, en una inspección llevada a cabo en 1998, descubrió que el dueño de la mencionada agencia y principal imputado en el caso, Antonio Camacho, falsificaba presuntamente documentos bancarios.