En aquel encendido pleno, la presidente tuvo que hacer reiteradas lamadas al orden durante la intervención del portavoz del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte. Populares y socialistas se han culpado mutuamente desde entonces de la provocación del desorden.

Tras aquella sesión, los socialistas solicitaron un encuentro con Rudi para expresarle sus quejas por su comportamiento. Entendían que Martínez Pujalte había aprovechado la sesión para recordar viejos casos de corrupción y que, por ello, la presidenta debería haber apelado al artículo 102 del Reglamento del Cogreso, que le obliga a llamar al orador a la cuestión debatida cuando entienda que se ha salido de ella.

La presidenta se comprometió entonces a reunir a todos los portavoces para tratar la cuestión. Todos ellos almorzaron hoy y debatieron lo sucedido en aquella cuestión.

Según informaron a Servimedia fuentes asistentes al almuerzo, los socialistas expresaron sus quejas, compartidas también por el PNV, Izquierda Unida y el Grupo Mixto. El portavoz del PP, Luis de Grandes, mantuvo la tesis ya exprsada en público de que fueron los socialistas quienes provocaron el desorden.

Rudi defendió su actuación y lamentó lo que consideró "un comportamiento poco digno" del conjunto de los diputados en la sesión plenaria, por lo que les pidió a todos ellos un comportamiento más correcto en el futuro.

La oposición también se quejó de las reiteradas ausencias de miembros del Gobierno en las sesiones de control de los miércoles. Rudi ha convocado una reunión de los portavoces con el ministro de Presidenci, Juan José Lucas, el próximo día 12 de diciembre, para tratar esta cuestión.