El titular de Exteriores manifestó, en declaraciones a Radio Nacional de España, que son dos las "líneas rojas" que ninguno de los dos gobiernos están dispuestos a traspasar. Por un lado, Piqué hizo saber a Straw que "ningún Gobiernoespañol renunciará, en ningún caso, a la reintegración plena de la soberanía de Gibraltar".

Por su parte, el ministro de Exteriores británico afirmó que su Gobierno exige que se realice una consulta al pueblo gibraltareño para decidir sobre su futuro. En este sentido, Piqué manifestó que hay que llevar a cabo una negociación profunda, pero dejó claró que, en ningún caso, una posible consulta al pueblo de Gibraltar puede reconocer el ejercicio del derecho de autodeterminación por parte del Peñón, un deecho que no tiene reconocido por la Unión Europea.

A pesar de que el Ejecutivo de Tony Blair se ha comprometido a consultar con la población gibraltareña cualquier cambio en su estatus, el jefe de la diplomacia española abogó por que el Gobierno británico inicie un proceso informativo para convencer al pueblo de Gibraltar de que este acuerdo va en beneficio de sus intereses y conseguir de esta forma su conformidad. "La opinión, respetable, de treinta mil ciudadanos no puede condicionar la voluntad de os Estados soberanos", agregó.

El ministro de Exteriores español considera que lo que interesa al pueblo gibraltareño es "incorporarse a este proceso y sumarse a algo que va a ser positivo para su futuro".

A su juicio, es necesario que en las próximas reuniones que mantengan los gobiernos español y británico en relación con el contencioso del Peñón esté presente el ministro principal gibraltareño, Peter Caruana, porque tiene que quedar claro que, "aunque sea un ejercicio entre dos Estados soberans, no es un ejercicio que quiera perjudicar a nadie, y menos a los ciudadanos gibraltareños".

Piqué y Straw señalaron como fecha tope para llegar a un acuerdo definitivo sobre Gibraltar el inicio del verano de 2002, aunque, según el ministro español, la actitud "flexible y constructiva" que mantienen ambos países podría acelerar la solución.