De esa cantidad, 80.000 millones irán destinados a carreteras, 45.277 millones a formación, 128.100 millones a inversiones, incluidas las de Ensidesa, 37.820 millones a medio ambiente y 73.400 millones a infraestucturas no viarias.

El objetivo e este plan, que comenzó a aplicarse en su primera fase en 1992, es paliar los efectos que ha tenido en Asturias la crisis estructural y el proceso de reconversión de los sectores minero y siderometalúrgico.

El plan contará con un presupuesto de 48.637 millones de pesetas este año, lo que unido a las inversiones de 96.601 millones realizadas entre 1992 y 1993, suman un total de algo más de medio billón de pesetas en el periodo que va del 92 al 97.

Para los próximos años, el objetivo es mantener e esfuerzo inversor en infraestructuras viarias (de alto interés para el desarrollo económico de la región asturiana), preservar el importante paoel de las empresas públicas en el relanzamiento de la región y reforzar la formación profesional.