Se trata de una solución intermedia entre el segundo plan cuatrianual, que propugnaba el Mnisterio, y la prórroga del primero durante 1996, medida de la que eran partidarias las comunidades gobernadas por el Partido Popular (PP).

El ministro se mostró satisfecho del trabajo realizado en la Conferencia Sectorial durante dos jornadas e hizo hincapié en que el plan potenciará alquileres, rehabilitaciones y políticas generadoras de suelo. Según Borrell, se priorizarán las necesidades de acceso a la primera vivienda, y se dará trato diferenciado a los jóvenes.

Las comunidades autónomas podán habilitar las ayudas en función de las necesidades de renta de los beneficiarios y se prevé un gasto presupuestario en este sentido cercano a los 350.000 millones de pesetas.

En total, se movilizarán en el periodo 1996-2000 unos cuatro billones de pesetas de recursos financieros. Borrell aseguró que "es un plan más cercano a las necesidades de los ciudadanos porque establece fórmulas de gestión más ágiles, detectando los problemas del plan 92-95".

Por su parte, los responsables de urbanismo delas comunidades autónomas del PP afirmaron que este plan no es sino una prórroga del anterior. El portavoz de los populares, el consejero de Castilla y León, Jesús Merino, afirmó que un nuevo plan habría supuesto un mayor coste para el Ministerio, que probablemente no habría podido llevarse a cabo dado la falta de un presupuesto nuevo para el año que viene.