Al ser preguntada en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta aseguró que no existen discrepancias con la Generalitat sobre el texto del convenio para acometer esa infraestructura.

"Se está trabajando", explicó, y si no existe ya un acuerdo cerrado debe estar "prácticamente" hecho, porque no existe "ningún problema especial".

Se mostró por ello convencida de que el calendario marcado se cumplirá, "vamos a llegar a tiempo" y se garantizará el abastecimiento de agua a Barcelona en caso de que la sequía prosiga en los próximos meses.

Esa conducción será posible una vez que el Congreso de los Diputados convalidara ayer, subrayó la vicepresidenta, con el respaldo de la "inmensa mayoría" de los grupos, una medida "de urgencia" y que es, además, "coyuntural".