En esta idea coincidieron este miércoles la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González; el presidente ejecutivo de Telefónica España, Emilio Gayo; y el presidente de Hispasat, Jordi Hereu, que participaron en una mesa redonda sobre el papel de las telecomunicaciones en la sostenibilidad del territorio, dentro de las 'Jornadas de Sostenibilidad' de Redeia.

La secretaria de Estado afirmó que el despliegue digital realizado en España en los últimos años “nos ha abierto oportunidades de negocio en todo el mundo” gracias a proyectos pioneros como el de ‘Conéctate 35’ de cobertura satelital para territorios despoblados que el Ejecutivo ha puesto en marcha en colaboración con Hispasat y las telecos, y que ahora puede interesar en el extranjero.

María González indicó que también gracias al éxito de España en digitalización, “estamos consiguiendo un nivel de inversiones extranjeras sin precedentes”. “Se invierte en España porque partimos de la base de tener esta conectividad y estas infraestructuras digitales, y también por nuestro talento”, señaló la responsable de Telecomunicaciones.

El presidente de Telefónica España dijo que España, gracias a su digitalización, “es una nueva tierra de oportunidades y tenemos que aprovecharlo”. A su juicio, el sector puede crecer gracias a la demanda de digitalización de sectores como la agricultura o el turismo. Para ello, Gayo cree precisa una regulación “que se adapte más a las necesidades del mercado” y que se siga con la colaboración público-privada que en España ha dado, a su entender, tan buenos frutos en los últimos años.

Jordi Hereu, presidente de Hispasat, señaló que ‘Conéctate 35’ constituye un éxito de respuesta ante el desafío de llevar la conectividad a zonas más remotas de España a través del satélite, “y si lo hacemos en España, nos espera ahora toda Iberoamérica”, que está menos avanzada en digitalización.

Hereu sostuvo que tras el gran avance en conectividad que ha logrado España, ahora el desafío principal es “el de la demanda”, el de conseguir que los ciudadanos y las empresas saquen el máximo partido a ese despliegue. María González también convino en que “la revolución pendiente ahora es la demanda y el uso”.