Lo anunció el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa.

Urtasun recordó que el del cine fue uno de los sectores más afectados por la pandemia debido a la caída en la asistencia a las salas de las personas mayores de 65 años. Esto le permitió aseverar que “cuando adoptamos esta medida, se apoya a un sector clave para la cultura y la economía” española.

Expuso que la primera edición del programa Cine Sénior fue un “auténtico éxito”, como lo atestigua que la asistencia a las salas creció los martes un 49%, pasando de 2,7 millones a 4 millones de espectadores; un crecimiento que fue el “doble que el resto de los días de la semana”.

Urtasun observó que esta iniciativa tiene como objetivo “garantizar los derechos culturales a toda la población y en todo el territorio, independientemente de la edad, del código postal y de los ingresos” y “apoyar a las salas de cine, auténtico patrimonio cultural de España”.

También agradeció al sector de la exhibición y al de la distribución su implicación en “los trabajos de mejora” y en el desarrollo del programa Cine Sénior.

La dotación presupuestaria del programa Cine Sénior asciende a 12 millones de euros, un 20% más que en la anterior convocatoria, de los que 11.750.000 euros se destinarán específicamente a las ayudas y 250.000 euros a la compensación económica para la entidad colaboradora. Los gastos se imputarán al presupuesto del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA).

El titular de Cultura afirmó que la edición de este año cuenta como novedades que las entradas podrán adquirirse tanto en las taquillas de las salas como ‘online’, una mejora en el reparto del crédito destinando más recursos a aquellos cines que acogieron mayor número de espectadores el año pasado, la creación de un fondo de reserva de 1.750.000 euros para atender a las posibles necesidades de incremento de la ayuda otorgada como consecuencia de una mayor ejecución de la prevista, y una campaña de publicidad en la que participarán los exhibidores, los distribuidores y el Ministerio de Cultura.

Del mismo modo, arguyó que las salas que quieran acogerse a la iniciativa dispondrán de siete días para hacerlo desde la apertura de la convocatoria, que no tengan ya establecido para los martes un precio reducido de dos euros, quedando excluidas las proyecciones de películas calificadas ‘X’, y especificó que los mayores únicamente deberán asegurarse de que la sala a la que decidan acudir está acogida al programa.

Precisó que se trabaja con la idea de que las personas mayores de 65 años podrán disfrutar de la segunda edición del programa Cine Sénior entre “finales de abril y primeros de mayo”.

“Este es un paso que ayuda al cine y contribuye al derecho que tiene toda persona de acceso a la cultura, independientemente de su edad, código postal e ingresos”, concluyó.