A la espera de conocer en detalle la reforma impulsada por Aragonès, en el Ejecutivo recuerdan que la Constitución sí reconoce la peculiaridad del concierto económico con el País Vasco y que por eso tiene ese cariz distinto, igual que Canarias goza también de un régimen económico-fiscal especial.

No obstante, en el caso de Cataluña, desde el Gobierno sostienen que las modificaciones deben abordarse en la reforma conjunta del sistema de financiación que el Ejecutivo lleva tiempo con ganas de impulsar y que en esta legislatura también se lo ha fijado como reto. Pero son conscientes de que para que se actualice el sistema cuenta el concurso del Partido Popular y la necesidad de un acuerdo entre los dos principales partidos.

Aunque ese horizonte de la reforma no se vislumbra próximo, en el Gobierno reconocen que de abrirse la cuestión también deberían verse las singularidades que presenta Cataluña ya que tiene algunas competencias transferidas, como los Mossos d'Esquadra o Prisiones.

En concreto, la consejera de Economía del Gobierno catalán, Natàlia Mas, presentó este martes un modelo de soberanía fiscal “plena” donde la Generalitat catalana recaudaría y gestionaría “todos los impuestos” que se generan en esta comunidad y explicó que ahora solo recauda el 9% de los tributos que se pagan en este territorio y señaló que con esta propuesta “recaudaría el 100%”.

“En términos de ingresos esto quiere decir que la Generalitat tiene la llave de la caja de unos 52.000 millones de euros, el doble que en la actualidad”, explicó Mas en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán y horas después de haberle presentado esta propuesta al presidente, Pere Aragonès.

En cualquier caso, ni este asunto ni otros como la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat se abordarán en estos dos meses hasta la celebración de las elecciones autonómicas del 12 de mayo.