Junto al trámite de consulta de las bases, en la web del Ministerio también se incluye el borrador de la convocatoria de la primera línea de este Perte.

Si bien este trámite no es preceptivo, el Ministerio de Industria ha considerado importante dar a conocer el borrador normativo y recabar las posibles observaciones de los sectores industriales interesados. La consulta pública estará abierta durante 10 días hábiles.

En un comunicado, el ministro Héctor Gómez valoró esta publicación como un “ejercicio de transparencia y desde la vocación de escuchar para así adaptar la convocatoria en base a las necesidades del sector que se va a ver beneficiado de estas esperadas ayudas”.

El Perte Descarbonización industrial prevé en total una inversión pública de 3.100 millones de euros y la creación de unos 8.000 puestos de trabajo de calidad. La convocatoria de la primera línea de ayudas está destinada a la actuación integral para la descarbonización y contará con 1.000 millones de euros, 500 millones en subvención y 500 millones para préstamos.

Este régimen de ayudas se dirigirá al apoyo de proyectos estratégicos que podrán realizar empresas industriales manufactureras individualmente o en colaboración con otras empresas, pudiendo estar en Régimen de Derechos de Emisión o no, para apoyar inversiones para la reducción de emisiones de gases efecto invernadero en sus instalaciones industriales.

Cada solicitud de ayuda de proyecto estratégico estará formado por uno o varios proyectos primarios de inversión, con el objetivo conjunto de descarbonizar una única instalación industrial principal.

En caso de consorcios, además de las empresas industriales manufactureras, podrán participar en los mismos otras empresas que participen en la consecución de la descarbonización de dicha instalación principal. La convocatoria se realizará por concurrencia no competitiva.

Los beneficiarios de este Perte son los sectores de la industria manufacturera entre los que destacan los sectores de fabricación de productos minerales no metálicos (incluyendo cerámica, cemento, vidrio, entre otros), industria química, refino de petróleo, metalurgia y fabricación de papel y pasta de papel. A estas se suman las grandes instalaciones de combustión en otros sectores, con especial relevancia en la industria de alimentación y bebidas.

La industria manufacturera representa el 11,3% del PIB de España y es responsable del 24% del consumo final energético, del 22% del consumo final de combustibles fósiles (teniendo en cuenta solo los usos energéticos) y del 21% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.