A través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Ejecutivo quiso recodar trasladar su solidaridad a los familiares y allegados de las cerca de 1.200 víctimas mortales, “y muy especialmente a los de Maya Villalobo y de Iván Illarramendi”, los dos ciudadanos españoles asesinados ese día.

Transcurridos ya dos años, el Gobierno expresó “su solidaridad” con los familiares de los rehenes que aún siguen secuestrados y exigió de nuevo “su inmediata e incondicional liberación”.

“Hoy podemos estar cerca de su liberación, gracias a la propuesta de Estados Unidos, y urgimos a las partes a alcanzar un acuerdo”, señaló en el comunicado.

El ejecutivo español subrayó que “tras veinticuatro meses de indescriptible sufrimiento, es imperativo el fin de la violencia, un alto el fuego, la liberación de los rehenes, el acceso masivo de ayuda humanitaria”.

Además, destacó que seguirá “luchando con determinación contra cualquier manifestación de antisemitismo que no tiene cabida en la sociedad española”.

Finalmente, reiteró su compromiso con la aplicación de la solución de dos Estados, con Israel y Palestina “conviviendo en paz y seguridad, la única vía hacia la paz y estabilidad en la región”.