GONZALEZ ASEGURA QUE EL EMPEORAMIENTO DE LA ECONOMIA NO CAMBIARA LOS OBJETIVOS DEL PLAN DE CONVERGENCIA
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El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró hoy que el Ejecutivo no alterará los objetivos del plan de convergencia europea, pese al actual empeoramiento de la economía española. González reconoció que algunas estimaciones contenidas en el programa no se podrán cumplir y que habrá que realizar algunos "ajustes" en el plan.
Durante su comarecencia en el pleno del Congreso para informar sobre los resultados de la "cumbre" comunitaria de Lisboa, el presidente del Gobierno mostró la "preocupación" de su Gabinete por la "mala" evolución de la economía española en los últimos meses.
"Hay una una desaceleración en la economía y problemas de crecimiento del desempleo y desequilibrio en la balanza de pagos", afirmó González, "pero esta dificultad no es atribuible a los acuerdos de Maastricht".
El jefe del Ejecutivo dijo que la participacón de España en la construcción europea permitirá superar mejor la crisis que si el país hubiera estado al margen del proceso de unión.
Subrayó que el Gobierno es partidario de un acuerdo con los interlocutores sociales, pero reiteró que este acercamiento no puede llevar al Ejecutivo a "renunciar" a determinados objetivos para 1997 previstos en los Tratados de Maastricht.
CAMBIO DE RUMBO
En respuesta a las palabras de González, el presidente del PP, José María Aznar, afirmó que España tiene "mu mal" el camino para conseguir la convergencia con Europa en 1997, ya que la competitividad de nuestra economía es deficiente.
"La especulación y el dinero fácil tienen que acabarse. No se puede pedir credibilidad ante tanto despilfarro y cuando las previsiones económicas se ven destrozadas cada cuatro meses", recalcó.
Aznar emplazó al ministro de Economía, Carlos Solchaga, a que "cambie de rumbo" su política, ya que, dijo, todos los indicadores económicos están siendo negativos en las últimas seanas.
Nicolás Sartorius, portavoz de Izquierda Unida, dijo que la situación "descontrolada" de la economía sólo se superará si se realiza "un gran esfuerzo de consenso" con los agentes sociales y entre las fuerzas parlamentarias, y si el Gobierno aparca su enfrentamiento con los sindicatos.
Con esta misma tesis coincidió el portavoz de Convergència i Unió, Miquel Roca, quien dijo que la convergencia con Europa requiere una "segunda transición" en España, en la que esté presente un clima de acuerd.
González explicó en la Cámara Baja los tres ejes centrales de debate en la "cumbre" de Lisboa: los presupuestos comunitarios, la ampliación de la CE y el principio de subsidiariedad.
Sobre el primer punto, el presidente mostró su confianza en que en 1993 se contarán con las dotaciones presupuestarias adecuadas para lograr la cohesión social entre todos los países miembros de la unión europea.
En cuanto a la incorporación a la CE de otros países europeos, dijo que las negociaciones serán ráidas y que en un máximo de dos años podría estar concluido el proceso de conversaciones.
Respecto a la política exterior de la Comunidad, González trasladó la preocupación de los máximos mandatarios de la CE sobre el conflicto de la extinta Yugoslavia. Dijo que los Doce no descartarán apoyar el empleo de recursos militares por parte de Naciones Unidas para pacificar la zona.
(SERVIMEDIA)
01 Jul 1992
JRN