Advirtió que el problema no estriba sólo en no estar de acuerdo con el asesinato de un responsable político, como el dirigente del Partido Popular Gregorio Ordóñez, sino que "hay que estar en desacuerdo con el asesinato, sea de quien sea".

Por esa razón, aconsejó "que no caigamos en la trampa de pensar que puede haber una división en Herri Batasuna o en el entorno de ETA en el que se haga la diferenciación entre la muerte de un responsablepolítico, profundamente lamentable y condenable, y la muerte de un servidor del orden o de un miembro de las fuerzas armadas".

Felipe González dijo que no está dispuesto a aceptar estas diferenciaciones: "Habrá que ver si hay distanciamiento de la violencia. Mientras tanto, si no, tendremos que mantener todas las precauciones y todas las preocupaciones".

El presidente del Gobierno espera que esta cuestión quede firmemente decidida hoy en la reunión del Pacto de Ajuria Enea, que se reune en Vitori.