Premios Princesa de Asturias

Graciela Iturbide destaca que "la fotografía no es la verdad" pero "el arte fotográfico" no conoce fronteras

Oviedo
SERVIMEDIA Mari Luz Alonso, enviada especial

La fotógrafa mexicana galardonada este viernes con el premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, Gabriela Iturbide, afirmó que no se siente dueña de sus imágenes ni siente temor ante la posibilidad de que "las utilicen y hasta las manipulen", y aseguró que "la fotografía no es la verdad, sino la interpretación" del artista.

Así lo dijo en su intervención durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025. "No cabe duda", afirmó la premiada, "la fotografía no es la verdad, sino la interpretación de una realidad que el artista aprehende en función de sus conocimientos, sus emociones, sus sueños y su intuición. Ya lo decía el lúcido Brassaï: 'La vida no puede ser captada ni por el realismo ni por el naturalismo, sino solamente por el sueño, el símbolo o la imaginación'".

"Todo lo que fotografié a lo largo de mi vida me ha llenado el espíritu y me ha empujado a repetir el proceso una y otra vez. La fotografía, para mí, crea un sentimiento de comprensión hacia lo que veo, lo que vivo y lo que siento, y es un buen pretexto para conocer el mundo y sus culturas. Si al ver mis fotos, la gente dice: 'Esto es México', yo contesto: 'No, esto es Graciela Iturbide', pero no me siento dueña de mis imágenes, ni temo que las utilicen y hasta las manipulen. Algunas de mis imágenes ya forman parte del imaginario mexicano. Para mí, no es un logro, ni un riesgo. Es tan sólo un reflejo de México, de lo que veo en mi país", aseveró.

La fotógrafa mexicana explicó que la parte más conocida de su obra retrata el mundo indígena de México. "Le he dedicado mis mejores años y gracias a ella recorrí buena parte de mi país, sobre todo las regiones apartadas y desfavorecidas donde sobreviven y resisten los indígenas. Sin embargo, al igual que la inmensa mayoría de los mexicanos, soy el resultado de la fusión entre dos culturas, dos visiones del mundo casi siempre encontradas".

"La historia de México es la del sincretismo que me habita y no podría sacrificar una de sus vertientes sin mutilarme a mí misma. A raíz de la Guerra Civil española, llegaron a México intelectuales y artistas que enriquecieron nuestra vida cultural y nos inspiraron con sus talentos y sus conocimientos. No puedo olvidarlos en un momento como éste", explicó.

En esta explicación, la premiada quiso dejar claro que "más allá del sincretismo que me constituye, ante todo me considero una ciudadana del mundo. Por fortuna, el arte fotográfico no conoce fronteras, ni tiene pasaporte, ni necesita visas, por más que algunos hombres poderosos pretendan limitar el libre tránsito entre los países y coartar la libertad de pensar y de crear", proclamó.

(SERVIMEDIA)
24 Oct 2025
MAG/clc