Según un primer informe del Departamento de Agricultura de la Generalitat, el granizo dañó a un 30 por ciento de la cosecha y a unas 700 hectáreas de terreno cultivado con árboles frutales.

Algunos agricultores han perdido el cien por cien de lo cultivado, mientras que para otros los destrozos han sido menores. De acuerdo con las evaluaciones iniciales, un total de 15.000 toneladas de peras y manzanas podrían haber quedado afetadas por el pedrisco.

Los agricultores esperan la llegada, la próxima semana, de los técnicos de la empresa de seguros. La mayoría de los campos afectados estaban asegurados, por lo que los productores podrán percibir alguna remuneración.