Según Greenpeace, "el PNC no responde a la realidad acuciante del cambio climático que reclama medidas y actuaciones urgentes para afrontar el problema, ya que en vez de plantear una política de prevención para evitar un cambio climático de consecuencias catastróficas se limita a señalarmedidas de adaptación que pueden resultar costosísimas en términos económicos y terriblemente ineficaces".

Para la organización ecologista Greenpeace, la única forma de prevenir el cambio climático es la urgente reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero, especialmente el CO2.

En opinión del responsable de la campaña del Cambio Climático de Greenpeace España, José Luis García, "el objetivo del PNC está equivocado, y también las medidas que propone. El Gobierno tiene que compromterse a reducir las emisiones de CO2, en vez de aumentarlas".

Greenpeace considera que España, como país desarrollado que ha ratificado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, está obligado a cumplir las obligaciones de este tratado de reducir las emisiones de todos los gases invernadero en el año 2000 a los niveles de 1990.

A juicio de los ecologistas, el PNC no aporta ninguna nueva medida que permita reducir las emisiones de CO2. Por el contrario, confirma las inteciones de realizar billonarias inversiones en redes de autovías y centrales térmicas, que serán los principales responsables del aumento de emisiones de CO2.

Al mismo tiempo, el PNC prevé inversiones también billonarias para adaptación o protección frente a las consecuencias del cambio climático, como la regeneración de playas o la construcción de embalses.

En opinión de Greenpeace, "es absurdo gastar tantos recursos económicos en inversiones que van a aumentar las emisiones de CO2, y por otro lao en obras para adaptarse a sus consecuencias. Si el PNC no va a aportar nada nuevo para reducir las emisiones de CO2, es un programa inútil".