Además, cambiaron las lonas que cubren las fuentes cerradas desde hace meses en Córdoba con mensajes sobre la sequía por otras que denuncian el despilfarro de agua.

Los activistas quisieron denunciar que, aunque una de las principales causas de la sequía en varias zonas de España es la falta de lluvias, la mala gestión de los recursos hídricos ha agravado esta situación.

Por ello, acudieron al lugar donde se acometen obras de construcción del nuevo campo de golf ‘Casilla del Aire’ y al Real Club de Campo de Córdoba con motivo de la primera jornada del Circuito PGA Spain Golf Tour. Allí desplegaron pancartas con mensajes como ‘No hay agua para tanta golfería’, ‘Salvar el agua’, ‘80.000 personas sin agua en los Pedroches’ o ‘No más campos de golf’.

Además, las lonas que cubren las principales fuentes de la ciudad de Córdoba y que justifican su cierre desde hace meses por la sequía para llamar al ahorro de agua, amanecieron con mensajes de denuncia ante la mala gestión hídrica con actividades que agudizan su escasez, como los regadíos ilegales, la ganadería intensiva, la transformación de los cultivos de secano a regadío o el despilfarro de agua en los campos de golf de la zona.

17.000 LITROS AL DÍA

Según Greenpeace, un campo de golf necesita 17.000 litros de agua al día, lo que equivale al consumo en el hogar de unas 47.000 personas al año. Hay casi 500 instalaciones de ese tipo en España y hasta 100 en Andalucía. Mientras, más de nueve millones de personas sufren ya algún tipo de restricción en el uso del agua por la sequía (en Cataluña, Tenerife, Andalucía y la cuenca del Segura, por ejemplo).

Por otro lado, la organización ambiental subrayó que la agricultura intensiva e industrial y las macrogranjas son los sectores que más afecciones y consumo de agua generan, con lo que ponen en riesgo el suministro para la población, pero también para la agricultura familiar de pequeña y mediana escala y la ganadería extensiva.

Para abordar la sequía, Greenpeace propuso restricciones en el consumo de agua, campañas de concienciación y, como última opción, buscar soluciones tecnológicas para optimizar su uso.

Además, abogó por promover prácticas agrícolas y ganaderas más eficientes, así como la colaboración entre regiones y la participación ciudadana.