Los hechos ocurrieron en el mes de septiembre, cuando miembros de Greenpeace desembacaron del buque "Rainbow Warrior" en el puerto de la central térmica de Endesa en Carboneras (Almería) y obstruyeron las maniobras de descarga de un buque de carbón para la central.

El juzgado condenó a los ecologistas por desobediencia y coacciones, a pesar de que no se registró ningún tipo de incidente violento durante la acción, según Greenpeace.

Ahora la Audiencia Provincial de Almería ha ratificado la sentencia, que obliga a Greenpeace a pagar una indemnización de 119.308 pesetas y al pago d una multa de 10.000 pesetas por parte de cada uno de los 10 ecologistas que participaron en la protesta.

A juicio de Juan López de Uralde, director de Campañas de Greenpeace España, "resulta increíble que tengamos que pagar a Endesa por denunciar su responsabilidad en el cambio climático. Son ellos los que tendrían que pagar por los más de 10 millones de toneladas de CO2 que van a emitir cada año una vez se amplíe la térmica de Carboneras".

La organización ecologista recordó que esta semana Nacines Unidas ha publicado los datos sobre cambio climático relativos a 1995, los cuales revelan que el año pasado fue el más caliente desde 1861, cuando empezaron a medirse las temperaturas medias.