Biodiversidad

Greenpeace confirma un ‘refugio climático’ de pingüinos en la Antártida

MADRID
SERVIMEDIA

Vastas colonias de pingüinos Adelaida se han mantenido estables durante la última década en el remoto mar de Weddell, cuyas aguas bañan parte de la Antártida, lo que supone una nueva evidencia de que estas áreas son un ‘refugio climático’ para estos animales, considerados como especie centinela.

Así se desprende de una investigación preliminar realizada el pasado mes de enero por una expedición antártica de científicos de la Universidad de Stony Brook (Estados Unidos) a bordo del ‘Arctic Sunrise’, de Greenpeace.

Las especies centinela son seres vivos que -como los tiburones, moluscos bivalvos, abejas melíferas o los pingüinos- están más expuestos al medio y son capaces de acumular más contaminantes en sus tejidos o pueden ser utilizados para detectar riesgos para los seres humanos al ofrecer una alerta anticipada de un peligro, como los impactos del cambio climático.

Las colonias de pingüinos Adelaida en Penguin Point, Devil Island y Vortex Island tienen un tamaño de población más o menos similar al de la última vez que fueron muestreadas.

Los científicos contaron 21.500 polluelos de Adelaida en Penguin Point, 11.978 en Devil Island y 6.397 crías en Vortex Island. Todos fueron estudiados por última vez antes de 2010.

Según destacó Greenpeace este martes, estos descubrimientos suponen “un importante refuerzo a la teoría de que el mar de Weddell puede proporcionar un refugio importante para la biodiversidad de los peores impactos de la crisis climática”.

Precisamente, el mar de Weddell es el espacio marino donde la Comisión del Océano Antártico (Ccamlr, en sus siglas en inglés) propuso por primera vez hace casi una década una gran Área Marina Protegida (AMP), que aún no ha sido aprobada por este órgano internacional.

Para Greenpeace, los datos recogidos refuerzan la “necesidad urgente” de proteger y preservar el mar de Weddell mientras pueda conservar un ecosistema intacto y en pleno funcionamiento estructural, pues, según apuntó, “un Tratado Global de los Océanos permitiría que exista un procedimiento de votación que asegure que uno o dos países no bloqueen las propuestas de protección que estén respaldadas por una amplia mayoría de países”, como ha ocurrido en la Ccamlr.

“Es asombroso ver lugares de la Antártida que aún están protegidos de los peores impactos de la crisis climática. Los gobiernos necesitan proteger ya esta área. El año pasado, fracasaron una vez más en darle al mar de Weddell la protección que necesita, una década después de prometer su protección. Les instamos a que actúen antes de que sea demasiado tarde”, declaró Louisa Casson, responsable de la campaña desde el Arctic Sunrise en el mar de Weddell.

UN 5% DE AGUAS PROTEGIDAS

En la actualidad, solo un 5% de las aguas antárticas están protegidas, pese al compromiso que tenía la Comisión de tener completada una red representativa de áreas marinas protegidas para 2012.

La semana pasada, los científicos de Stony Brook a bordo del Arctic Sunrise descubrieron una nueva colonia de cría de pingüinos papúa en la isla Andersson, lo que proporciona pistas de que el ecosistema en el límite externo del mar de Weddell está cambiando, aunque de manera que no parece haber impactado negativamente a los pingüinos Adelaida.

“El mar de Weddell difícilmente es inmune al cambio climático, pero parece que los pingüinos Adelaida que se reproducen en esta área permanecen protegidos de la peor de las amenazas a las que se enfrentan esas poblaciones que disminuyen tan rápidamente en el lado occidental de la península Antártica, donde las temperaturas están aumentando”, recalcó Heather J. Lynch, profesora de Ecología y Evolución en la Universidad de Stony Brook, una de las líderes de la expedición.

Los ‘refugios climáticos’ para la vida silvestre ofrecen esperanza y Greenpeace advirtió de que “no se debe permitir que las industrias más destructivas se aproximen a estas zonas”.

“Los gobiernos deben actuar para proteger la Antártida y los océanos antes de que sea demasiado tarde. Actualmente, los ministros hacen caso omiso de los llamamientos de los científicos para proteger al menos un tercio de los océanos del mundo para 2030 y el tiempo corre. Los océanos necesitan protección: éste tiene que ser el año en que los gobiernos creen santuarios oceánicos antárticos y acuerden un Tratado Global de los Océanos”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2022
MGR/gja