Guerra en Ucrania

Greenpeace convierte la sede de Naturgy en ‘zona de guerra’ por su compra de gas ruso

MADRID
SERVIMEDIA

Activistas de Greenpeace convirtieron este jueves la sede de Naturgy en Madrid en un escenario de guerra con humo, siluetas de bombas y sonidos de alarmas para denunciar que esta empresa financia la invasión en Ucrania con la compra de gas ruso.

La organización ecologista llevó su protesta a la misma sede de la compañía de electricidad y gas (la que más gas ruso compra en España) bajo el lema ‘El gas financia la guerra’ y ‘Naturgy financia la guerra’.

“Hemos venido hasta la sede de Naturgy para decir que cuando compra barcos cargados de gas por valor de cientos de millones de euros a una empresa pública de un gobierno autoritario involucrado en una invasión injusta y sangrienta se convierte en cómplice de lo que ese gobierno hace. Existen pruebas obvias de dónde van esos euros y, además, son en cantidad suficiente para influir en el resultado de sus atrocidades”, indicó Paco del Pozo, responsable de la campaña de Combustibles fósiles de Greenpeace.

Gas Natural, ahora Naturgy, es el primer importador de gas ruso para el mercado español con una cantidad en torno a un 10% del consumo de gas estos últimos dos años. Se trata de la mayor empresa de España en distribución y comercialización de gas fósil, y la tercera en generación, distribución y comercialización de electricidad.

En 2013, firmó un contrato a 20 años de compra de gas con Yamal LNG, consorcio participado por la compañía gasista pública rusa Novatek (80%) y la energética francesa Total (20%). Novatek es una corporación controlada por dos oligarcas cercanos al presidente de Rusia, Vladimir Putin, concretamente Gennady Timchenko y Leonid Mikhelson, según explica Anders Åslund en su libro ‘Russia's crony capitalism’,

El contrato con Yamal LNG importa una media de 37 buques cargados de gas al año del yacimiento South-Tambeyskoye, situado en la península de Yamal (noroeste de Siberia). Desde el inicio de la guerra, se han contabilizado cinco buques cargados de gas de Yamal LNG, cuatro han llegado a la terminal de Bilbao y uno a Ferrol.

Según investigaciones realizadas por CREA (Centre for Research on Energy and Clean Air), el valor total de estos cargamentos supera los 530 millones de euros. Con este dinero la maquinaria de guerra de Putin podría adquirir unos 250 tanques T90.

NO A LA IMPORTACIÓN FÓSIL

Naturgy no es la única energética que sigue importando fósiles de Rusia. Al menos siete buques de petróleo y petroquímicos han llegado a la península desde el fatídico inicio de la guerra. Greenpeace ha identificado cuatro de ellos han sido descargados en las refinerías de Repsol en Cartagena y Coruña.

Repsol, en muchas ocasiones, ha realizado declaraciones sobre su abandono de sus negocios en Rusia. Sin embargo, parece que se trata más de una estrategia mediática calculada que de una intención real de hacerlo. A pesar de sus declaraciones, Repsol contra toda ética, tiene previsto seguir importando petróleo y gas de la guerra.

“Si algo hemos aprendido estos años es a no confiar en ninguna empresa energética fósil ni dentro ni fuera de nuestras fronteras, pues su objetivo es mantener su negocio. Greenpeace pide a Naturgy y al resto de energéticas que cesen inmediatamente de importar combustibles fósiles rusos y un plan creíble, progresivo y ambicioso de descarbonización de su negocio suicida acorde a las demandas de la ciencia. El gas fósil, el petróleo y el carbón están alimentando guerras y conflictos y nos están llevando a una catástrofe climática”, indicó Del Pozo.

Según Del Pozo, “para garantizar la seguridad energética y mitigar la crisis climática la única solución realista es dedicar todos los recursos disponibles a la transición hacia las renovables, dando protagonismo a la ciudadanía y a la eficiencia energética”.

(SERVIMEDIA)
28 Abr 2022
MGR/gja