Medio ambiente
Greenpeace denuncia en una sede del Santander que el banco “financia la deforestación en la Amazonía”
- Despliega pancartas con imágenes de animales amenazados, como el jaguar
- Asegura que el banco financia a JBS, la mayor cárnica del mundo

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Un grupo de activistas de Greenpeace llevó a cabo esta mañana una protesta en una sede del Banco Santander en Madrid en la cual vincula a esa entidad financiera con la “destrucción” de la Amazonía.
Varias personas activistas usaron las cristaleras de la fachada exterior para pegar fotografías de especies animales amenazadas (como el jaguar, el manatí amazónico o la nutria gigante, entre otros) y otras se encaramaron a una estructura elevada del edificio, donde desplegaron una pancarta con una imagen de un jaguar y el mensaje “El Santander nos está matando. El banco Santander financia la deforestación en la Amazonía”.
Además, dos activistas desplegaron otra pancarta encima del actual lema global del banco (‘Es el momento’) con el mensaje: “Santander, deja de financiar a JBS”.
“Mientras sigue prestando servicios financieros a JBS, la mayor cárnica del mundo, el banco Santander sigue mintiendo en cuanto a sus políticas ambientales, sus procedimientos de debida diligencia y sus evaluaciones de riesgo en el sector agropecuario en Brasil, que está detrás de la deforestación provocada por la expansión de los cultivos de soja y de los pastos para el ganado vacuno”, según Miguel Ángel Soto, portavoz de la Campaña de Bosques de Greenpeace España.
Soto añadió: “Su nuevo lema global, ‘Es el momento', nos sirve para recordarles que, precisamente, es el momento de eliminar de su cuenta de resultados los beneficios que extraen de las empresas que destruyen el planeta”.
ESPECIES AMENAZADAS
Durante la acción, Greenpeace puso su foco en las especies amenazas en la Amazonía, en cuyo principal punto de entrada se celebrará este año la 30ª Cumbre del Clima (COP30), concretamente en Belén.
La región amazónica es la mayor región tropical del planeta, un vasto territorio que comprende nueve países y cubre siete millones de kilómetros cuadrados en la franja ecuatorial de Sudamérica.
“Es una zona muy heterogénea y diversa, fundamental para mantener la resiliencia frente a los cambios de régimen ecológico bajo los efectos del cambio climático global”, indicó Greenpeace.
La Amazonía es un componente crítico del sistema climático de la Tierra. Greenpeace advirtió de que, para evitar un empeoramiento del cambio climático, la pérdida de su rica biodiversidad y garantizar la supervivencia de los pueblos indígenas, “es fundamental detener la deforestación y degradación de la Amazonía”.
“DESTRUCTOR” DE LA AMAZONÍA
Por otro lado, Greenpeace recalcó que detrás de la “destrucción” de la Amazonía está la expansión de la frontera agrícola y la transformación de la selva en pastos y cultivos de soja. Entre las empresas responsables destaca JBS, la segunda mayor empresa alimentaria del planeta y líder mundial en el sector cárnico.
Presente en Brasil, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, China y otros países, las cadenas de distribución de JBS abarcan una gama de productos de aves, cerdo, vacuno y cordero.
Por este motivo, es también líder en emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, responsable de un 30% del aumento global de las temperaturas. A pesar de tener un tiempo de vida más corto en la atmósfera que el CO2, es más eficiente en atrapar radiación, lo que lo convierte en un factor clave en el calentamiento global.
“Durante años, los responsables de sostenibilidad del banco Santander nos aseguraron que abandonarían a los clientes procesadores de carne de vacuno que no pusieran fin a la deforestación en su cadena de suministro para 2025, como exigen sus políticas 'best in class'. Ahora sabemos que, como las promesas de JBS, eran también otra mentira”, comentó Soto.
Greenpeace aseguró que el banco Santander es accionista de JBS y uno de sus aliados en Brasil. "El imperio cárnico de JBS se construyó sobre promesas incumplidas, destrucción medioambiental y muchos escándalos de corrupción. No debería ser recompensado con una cotización en la Bolsa de Nueva York y una deslocalización a los Países Bajos que llenará los bolsillos de sus multimillonarios jefes y financiará una expansión mundial que contribuirá a hundir el planeta en el caos climático”, apostilló Soto.
(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2025
MGR/gja