En un comunicado de prensa, Greenpeace dijo que, "cada año, la UE, Suiza y Noruega emiten directamente al aire tres millones de veces más de dioxinas que los niveles que han llevado ahora a muchos países a prohibir una amplia gama de productos belgas".

Por esa razón, añade, "es necesario cambiar la situación actual en la que los gobiernos protegen mejor a las sustancias químicas y a sus fabricantes que la salud de las personasy del medio ambiente".